Los cuentos de «El Chollo»

Por JoniPod

Muchas veces los lectores me paran en el supermercado para proponerme nuevos temas del Apueste por Una y para preguntarme de dónde viene mi afición al Un, Dos, Tres. Una de las posibles razones es que mientras tú, querida lectora, pasabas tus tardes leyendo los libros de Teo (que era un coñazo de niño que estaba todo el día de paseo) servidor prefería seguir las aventuras de un bicho rosa con forma de pieza de jamón artificial de «El Pozo».

Mascotas del 123 que se animan a hacer topless
Mascotas del 123 que se animan a hacer topless

Me estoy refiriendo a «El Chollo» la que fuera mascota del 123 entre 1984 y 1986, años en los que coincidió, entre otras, con Lydia Bosch como azafata, y por supuesto Mayra como presentadora. El 123 fue una máquina de hacer dinero merchandising: juegos de mesa, puzzles, chicles, camisetas, apartamentos, Seat Málaga… Entre tantas cosas, se editaron una serie de 6 cuentos que los niños de España podrían comprar en los kioskos y librerías de nuestro país.

Editados en 1985, el personaje rosa (no confundir con Boris Izaguirre) emprendía divertidas aventuras junto al «Antichollo», el antagónico personaje verde que también aparecía en el concurso y que hacia que los concursantes se fueran a casa con las manos más vacías que Paquirrín en Password. Los títulos eran tan variados como «Esquiando en Baqueira«, «En la Ciudad», «Visita al Zoo», «Buceando», «La Contaminación por la laca«, «Granjero busca esposa«.

Mascotas malotas del 123 que se abren perfil en el Bakala
Mascotas malotas del 123 que se abren perfil en el Bakala

Eran cuadernitos de 12 páginas, más fáciles de leer que los libros blancos de Barco de Vapor, casi todo eran imágenes y un pequeño relato, con diálogos intercalados, que riete tú de «La Regenta». Así, Chollo se dirige siempre a sus pequeños lectores al más puro estilo Miliki para transmitirles distintas enseñanzas. Reproduzcamos como ejemplo los textos de las páginas 5 y 6 del cuento dedicado a «La Contaminación»

– ¿Qué haces Antichollo?
– Tiro la colilla al mar. Total una cosa más no se notará
– No hagáis como Antichollo, niños. Todos debemos contribuir a no contaminar más nuestro entorno

¿Habéis tomado nota? Pues además de aprender cosas nuevas, los niños podían divertirse viendo las torpezas del Antichollo, que siempre acababa perdiendo como el Coyote cuando perseguía al Correcaminos, o cuando Ana Obregón le tocaba ducharse en Qué Apostamos. Por ejemplo, Tamara Falcó o Borja Thyssen pudieron leer con interés el ejemplar titulado «Esquiando» en el que nuestros protagonistas se iban a la nieve,  y acababan rodando…

Mascotas del 123 que parecen Caritinas
Mascotas del 123 que parecen Caritinas

Estos niños bien, hijos de famosos, no tendrían problema en adquirir estos libros o cualquier juguete Feber, pero para los infantes de clase media que tenían que conformarse con comer pollo de Simago, acceder a estos cuentos de «El Chollo» tampoco era problema. El precio de los mismos era 145 pesetas, menos de 1 euro (esto para que se aclaren los chicos de la generación 1990)

Hay que ver cómo cambian los tiempos. ¿Se imagina alguien comprándole a sus hijos o sobrinos un libro con la historia de los personajes de los concursos de la tele? En plan «Oye Álvarito, ¿quieres el cuento de Bob Esponja o las aventuras de Jordi Hurtado?» o que en el colegio te manden leer «Fray Perico y la vaquilla del Grand Prix». Una vez más lanzamos la idea a los ávidos productores.

Habñando de productores, éstos saben que está de moda meter personajes gays en las series, así que nos vemos en la obligación de contarte que en «El Chollo» esto ya existía. Ambos personajes acaban dando rienda suelta a su pasión a orillas de la playa, y como yo no soy Lydia Lozano, tengo pruebas que lo demuestran… Además en el libro, El Chollo le llama siempre «Anti» en modo cariñoso.. ¿Cómo te quedas?

Mascotas del 123 que hacen un Terelu
Mascotas del 123 que hacen un Terelu

0 thoughts on “Los cuentos de «El Chollo»

  1. Deduzco de la conversación extraída de «La contaminación», que el mensaje era algo así como «niños, cuando os fuméis vuestros pitis, usad un cenicero». Súper didáctico, efectivamente.
    Muy fan de «Las Aventuras de Jordi Hurtado», que tienen que ser muy trepidantes, xD

  2. ¡Muy divertido! la verdad es que no sabia nada de la publicación de esos cuentos.Felicidades por el post
    La verdad es que «Las aventuras de Jordi Hurtado» parecen muy prometedoras

  3. Me han llamado muchas cosas, pero nunca «infante de clase media que tenía que conformarse con comer pollo de Simago». ¡Qué ataque (de risa) tan gratuito! XD

    Por cierto, creo que cuando dices: «acababa perdiendo como el Correcaminos cuando perseguía el Coyote», en realidad es al revés.

    Bueno, en realidad quiero decir que estoy seguro de que es al contrario, pero lo ponía así, como dudándolo, para que no sonara muy brusco, que sé que eres muy sensible a las críticas… 😉

  4. Un post genial chicos, lástima que yo no leyera ni Teo ni las aventuras del chollo (Si, lo reconozco no he tenido infancia XDD).
    Que noooooooo, que yo a lo que me dedicaba era a completar mis ambumes de cromos de festival
    http://pictures.todocoleccion.net/tc/2009/01/03/11400056.jpg
    Migue cuando me muera en alguna intoxicación etilica te lo lego junto a mi muñeca de Tarta de fresa ¡¡¡ todavía huele!!!
    Un besazo corazones!!

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