Señoras que quedaron marcadas por «¿Qué Apostamos?»

Por JoniPod

Como continuación al post del pasado lunes en el que repasábamos algunos de los tópicos que aprendimos gracias a los concursos de la tele, hoy queremos rendir especial homenaje a un programa que en los 90 marcó a todos los Sufridores en Casa. Nos estamos refiriendo a «Qué Apostamos»… Formato que con más pena que gloria han intentado resucitar las televisiones autonómicas, como también intentaron con Furor…

Furor es el que en SEC sentimos por el show que nos enganchaba semana tras semanas en las noches de «La Primera».  Que levante su discman el que no haya cantado la cabecera del programa en alguna fiesta o noche de juerga. Fue tanto el éxito que RTVE editó un cd llamado «Enrique y Ana y Ramón» (del que servidor conserva una copia original) y en el que, además de la sintonía completa, se encuentran varios megamixes playeros y temas a lo Pimpinela.

Entre 1993 y 1998 Ana Obregón y Ramón García fueron la pareja de moda de la televisión española. Él era el «yerno ideal» y quedó encasillado de por vida en los concursos, casi tanto como Chenoa siendo una novia abandonada. Ella era simplemente «superObregón», y puso de moda salir a presentar programas de televisión con vestidos largos recargados, con mucha pedrería, como si fuera de ceremonia. Unos años después, sería María Teresa de Calcuta Campos la encargada de popularizar los vestidos de «madrina de boda» en sus mañanas de «Día a Dia».

El vestido complicado de la Obregón era un tópico como el de «cada vez me cuesta más abrir el sobre lacrado». En este caso Anita siempre se quejaba de que le costaba sentarse en el sofá de las apuestas.  Años después lo solucionaria yendo ligera de ropa en «Ana y los 7». Si hacéis memoria, Ana tenía un set compuesto por un tocador sofá rodeado de macetas, al más puro estilo «casa de señora que», y detrás una pecera gigante, que no sabías si te tocaba apostar 500.000 pesetas o pedirte un menú con ternera con bambú.

Las apuestas las hacían los famosillos y famosoides que visitaban gratis el plató. Se supone que el dinero que apostaban iba a una ONG, como en Mira Quién Baila o en los telemaratones de Antena 3 donde cantaban Raquel Mosquera o Bibiana Fernández. Pero la verdadera labol social de «Qué apostamos» fue darles trabajo a personajes como Fabio Testi, Sofia Loren, Cher, Catherine Deneuve… En su día abordamos en el blog la profesión de «invitado de concursos». En este caso no negaremos el curriculum de estas grandes estrellas, pero durante un tiempo los adolescentes decíamos «ah sí, Ornella Mutti, la que va al Qué Apostamos».

Nadie puede negar el despliegue de medio que se hacía en las pruebas, con mucho uso de exteriores, camiones, forzudos, agua, pruebas de inteligencia,… pero la prueba más kitch era aquella en la que se pedía que acudieran al plató «50 personas disfrazadas de Charles Chaplin», «60 personas con una radio antigua», «80 pares de gemelos». En aquella época, aquellos que vivíamos fuera de Madrid envidíamos a los residentes en la capital, que podían cogerse un taxi e ir a figurar al plató de «Qué Apostamos». Porque Ramón hacía siempre hincapié en que la gente «se cogiera un taxi, que se lo pagaban al llegar a la tele oiga».

Jesulín y Mar Flores intentar leer el nombre del gan... bueno, intentan leer
Jesulín y Mar Flores intentar leer el nombre del gan… bueno, intentan leer

Que se consiguiera o no la prueba era vital para ver quién se iba a la ducha, momentazo estrella del programa. La domótica más «avanzada» se hacía presente en dos duchas, una con sombrero (para los chicos) y otra con pamela (para las chicas) que se movían solas. Una voz en off se encargaba de indicar el veredicto de quién iría a la ducha. Así, se puso de moda ese grito de Anita: «Comisióóóóóóóóóóóóón….jooo, que no me quiero ducharrr…. que se duche Ramontxu». Mientras que la Comisión respondía «dúchese cerda señorita Obregón», y ala, el traje caro a la tintorería. (Cuenta la leyenda que la deuda de RTVE es de tintes y taxis)

Los señores a los que sus señoras obligaban a ver el «Qué Apostamos» solo pensaban en el momento de la ducha para ver a las Misses España de turno o bellezas adolescentes como se duchaban, como por ejemplo, Ivonne Reyes y su escotazo

No podemos despedirnos sin antes destacar dos nombres más muy «SEC» en la historia del programa y a su vez el nexo entre «Qué Apostamos» y «Eurovisión».

Susana Uribarri, que fue directora de producción del programa, es hija de Jose Luis Uribarri, y a su vez superamiguísima de la Obregón. Uribarri hija, que siempre tuvo ganas de participar en el programa, una década después, lanzó su propio reto: ¿Qué Apostamos a que le levanto el novio a la Obregón? Y así fue, una ducha de agua fría para Anita que veía como Darek se iba a los brazos de Susana.

"Maestro, usted de amarillo pollo, la Obregón con estrellas a lo Cortilandia y yo con pajarita. ¿Demandamos a los estilistas?"
«Maestro, usted de amarillo pollo, la Obregón con estrellas a lo Cortilandia y yo con pajarita. ¿Demandamos a los estilistas?»

El Maestro Leyva, que luego haría el spin off al Grand Prix, ha sido también director de orquesta eurovisivo, como por ejemplo en 1995 con Anabel Conde, que hubiera tenido su coña que el Maestro hubiera equivocado la partitura y ver a Anabel Cantando ante toda Europa: «Si consigues alcanzar a la un campanario , subido en 20 sillas a la vez».

Antonia Dell Atte sería la encargada de sustituir a la Obregón, algo así como otra puñalada trapeta para Anita, pero el programa ya nunca fue lo mismo. Y ya si tuviéramos que hablar de la versión de Carlos Lozano y Rocío Madrid… casi que mejor te dejamos que leas otros blogs…

…como el del amigo Carlos Mañas, y sus aventuras con Deunan, que también lee Sufridores en Casa, ¡a las pruebas me remito!

¡Feliz semana, Sufridores!

 


0 thoughts on “Señoras que quedaron marcadas por «¿Qué Apostamos?»

  1. Mira, precisamente en una botellona este sábado hablamos de este programa… y comentamos tb que cuando la delate sustituyó a Anísima ya no fue lo mijmo…

  2. Que grande que es este programa. Si señor. Yo recuerdo un cumple haciendo una conga bailando el Que apostamos y alguna sesión de Niño Fixo -si mi mente no me traiciona- donde también la pinchó él… Eso si sólo era bueno en la etapa de Ana y Ramonchu.

    Un besillo!

  3. Programa que me tragaba todas las semanas, como también me traía loca «La noche de los castillos». Este último espacio fue todo un fiasco en audiencia a pesar de la millonada invertida (y de lo pintoresco del formato). Confieso que estuve enamorada «del malo» Torque.

  4. Qué recuerdos madre, esto era cuando Jesulín era simpático y se tiraba a todas las tias que se le cruzaban, ahora lo hace igual pero sale con la misma cara que pone Jaime Ostos cuando hojea la revista Shangay o similar donde sale su hijo XDDDDDDDDD

  5. RABO RABO!!!!!!! Me ha encantado este post!!! Después de mencionar por ahí arriba la noche de los castillos, me encantaría que algún día hablaseis del programa que hizo Bertin Osborne en una nave espacial (creo que los concursantes se llamaban scavengers o algo así…) Lo emitieron después de acabar el último Gran Juego de la Oca!

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