El tabú del sida en la muerte de Tina de ‘Las Grecas’

Hace escasa una semana Saray Muñoz realizaba un homenaje a su madre Tina, 50% del grupo Las Grecas, con un concierto en Madrid recordando alguno de sus éxitos del gipsy rock. Como ya sabemos, Tina murió en 1995, con solo 37 años. Una vida difícil en la que tuvo lidió con adicciones al alcohol o las drogas, pero cuyo mayor problema era una enfermedad mental, la esquizofrenia paranoide, que no le permitía tomar las riendas como debiera.

En 1984, siete años después del último disco de Las Grecas, José María Íñigo realizó una cruda entrevista a Tina en su programa ‘Estudio Abierto’, donde le preguntó «por la mala situación» que estaba viviendo según las revistas, porque «estaba pidiendo» y haciendo vida de «pordiosera». 

Tina respondió entonces que «pordiosera no he sido nunca, jamás» y que lo que le ocurrió es que durante cinco meses «me convertí en hippy ¿sabes? Y los hippys piden dinero para comprar bocadillos, para comprar vino, todo eso ¿no? Y yo iba vestida de hippy, descalza por las calles, con muchas pulseras… Me gustaba esa vida, y vivir. Se conoce mucha gente, toda la gente canta, ríe, toda la gente se quiere…». En resumidas cuentas, «Busqué una vida diferente para mí». En el mismo programa pidió una oportunidad para regresar al panorama musical en solitario, ya sin su hermana Carmela, con la que nos legó hits como ‘Te estoy amando locamente’, ‘Amma Immi’, ‘Soy la que sufre’ y tantos otros.

Sin embargo, Tina no consiguió ni superar la fama que alcanzó con escasos 20 años, ni tampoco vencer su enfermedad mental. «Tina se desbordó, Tina se volvió loquita e intentó ofender a su hermana con un cuchillo», recordaba en cierta ocasión Lola Flores, una agresión que la hizo acabar primero en la cárcel de Yeserías y más tarde en varios centros de salud mental. Además de Saray tuvo cuatro hijas más, tres de las cuales fueron dadas en adopción. Según cuenta Saray en Lecturas, hace poco pudieron conocerse las cinco hermanas.

Cuando murió en un centro de acogida en Aranjuez solo se habló de su deteriorada salud, de su mala alimentación, sus adicciones y que vivía en la mendicidad. Sin embargo, había algo que se nos escapaba, y  lo que se le puso nombre en una entrevista de Saray para El País: que su Tina murió como consecuencia del sida. «Sobre mi madre se han contado muchas mentiras. Es verdad que la enfermedad la volvía agresiva. Pero se ha hablado demasiado de drogas y alcohol cuando la realidad es que murió de sida«. Algo que ya nos imaginábamos, pues en alguna entrevista, Carmela, la otra Greca, habló en cierta ocasión por televisión que la muerte de Tina se produjo «por un virus que cogió«.

Pero ¿por qué no se dijo esto en su momento? Por el hecho de ser calé. Y es que como Saray aclaró, «el sida es un tabú en el mundo gitano y por eso no se dice, pero yo no quiero que las mentiras se tapen con más mentiras”. Bravo.