La Historia Interminable, la película nostálgica de moda

Este 2016 que finaliza ha sido el año de ‘La historia intermible’, y eso que ni siquiera tenía un aniversario redondo -se estrenó en 1984, el año en el que Bravo acudía a Eurovisión con ‘Lady Lady’ y en el que mi madre me traía al mundo-. En verano, la película volvió a la gran pantalla y posteriormente fue reeditada en  BluRay y DVD por 39 escalones (y que incluyen metraje adicional en una versión extendida, para que realmente sea interminable).

Como ‘Los Goonies’ o ‘Gremlins’, ‘La Historia Interminable’ es una de esas películas de los años ochenta que marcaron de por vida a aquellos que la vieron en su momento, pero completamente disfrutable para los que la vean ahora por primera vez, porque sigue teniendo su magia.

bastian-la-historia-interminable
Bastian, sufriendo como Geno

 La historia comienza presentando a Bastian -Barret Oliver-, un niño huérfano de madre. Porque el espectador empatiza más con los niños huérfanos, como le pasaba a Marisol en sus primeras películas, o el chico de ‘Liberad a Willy’, o tantos otros. Y claro, si además de aprender a vivir con su madre se trata de un crío al que los matones del colegio le hacen la vida imposible, pues más y más rápido vamos a quererlo.

En una huida de sus acosadores habituales –que diría Marge Simpson-, Bastian va a parar a la tienda del señor Koreander, y allí toma prestado sin consentimiento el libro de ‘La historia interminable’, que ese mismo día comienza a leer, y se engancha totalmente.  Una novela que nos presenta la historia del reino de Fantasía, que, como España, está en crisis; en este caso, porque la Nada amenaza con absorberlo y destrozarlo entero, y del mal rato, la Emperatriz Infantil está mala de acostarse por culpa de la Nada. Y solo una persona podrá salvarla, pero en vez de Rajoy el elegido para hacerlo es el joven Atreyu (Noah Hathaway).

la-historia-interminable-atreyu-fujur
Atreyu acabó montando su propio negocio de lavado de dragones

Entonces Atreyu se ve envuelto en una especie de ‘Rescate del Talismán’, ya que su misión es ir avanzando pantallas para descubrir cómo carajo salvar el reino, porque ni él lo sabe. Y para ello debe preguntar más que Mafalda a todo el que se encuentre: que si la tortuga Morla, que si cuidado con tu caballo Artax y no se te muera de depresión, que si ahora invoca al dragón Fujur para que te ayude, que si no pierdas el poderoso amuleto Auryn que te va a hacer falta más tarde… Lo dicho, muy en la línea del mítico programa noventero de TVE.

Como ya sabemos –spoiler– todo se soluciona con un niño humano que dé un nombre nuevo a la Emperatriz Infantil, que como le pasó a Tamara Seisdedos ya debía haber por ahí otra emperatriz con el nombre registrado y necesita uno nuevo. El elegido lógicamente es Bastian, que está tan metido en el libro como si fuese un ‘Elige tu propia aventura’, y lo que él haga en la vida real afecta al texto. Al final el niño saca pecho, grita un nuevo nombre y todo se soluciona, y además hasta chulea a sus matones a lomos del dragón Fujur. Por cierto, el nombre nuevo es ‘Hija de la luna’, porque se ve que en un futuro Bastian sería fan de Mecano -aunque la canción saliese en 1987-. Podría haber optado por llamarla Labuat o Yurena, que es como se llaman las que cambian de nombre en la actualidad, pero cada uno llama a sus emperatrices como quiere.

la-historia-interminable-wallpaper
La Emperatriz Infantil tenía tanto dinero que vivía en la Torre de Marfil y los muebles no eran de Ikea

Lo más delicioso de ‘La historia interminable’ son sus efectos especiales, que en su momento eran lo más, y que hoy lógicamente se ven antiguos. De hecho, hay escenas en las que se ve alrededor de la cabeza de Atreyu el chroma mal recortado, con destellos azules por su pelo.  Pero poco importa, porque Colin Arthur se esforzó en hacer efectos especiales artesanales, con grandes marionetas que había que mover entre más de veinte personas para que cada parte de la cara o del cuerpo de los animales tuviese la expresividad necesaria. Algo así como un capítulo de ‘El cuentacuentos’ pero con una burrada de dinero en el presupuesto para cada personaje.

 Como suele pasar entre escritores, Michael Ende, el autor del libro original, no quedó contento con el resultado cinematográfico (y eso que solo adaptaron la mitad de la novela). Así lo recuerda el crítico Jesús Palacios en el librito que acompaña al DVD, y por ello su nombre solo aparece en los créditos finales y no del principio. Y yo me pregunto que cómo quedaría de contento con lo que vino después, ‘La historia interminable 2’ y ‘Las aventuras de Bastian: la historia interminable 3’, sobre todo esta última que sí que se iba de madre. Pero esa es una película que debemos dejar reposar para una futura reseña.

Y como si fuese ‘Sálvame’, nos despedimos con música: con la canción que sirvió de presentación de la película, ‘Never Ending Story’ de Limahl, claro.


Redactor freelance. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Publicidad y Márketing.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Back To Top