El Un Dos Tres es nuestro programa de cabecera, cosa que todos sabréis. Y hoy queremos reivindicar la integración que Chicho hizo del colectivo LGTB en el programa a lo largo de los años.
Para empezar, y como ya explicamos en su día, la mascota más longeva del programa, Ruperta, era un travesti cuasi lesbiana. Es decir, se trata de una calabaza que encarna un personaje femenino, pero que tiene voz de hombre (Chicho la doblaba) y que viste de forma masculina, con sombrero y bastón. ¿Sería pues una réplica de Marlene Dietrich versión cucurbitácea, quizá?
Cierto es que en el humor, la homosexualidad y el travestismo es algo que siempre ha dado mucho juego. Así, por ejemplo, había actores a los que era más fácil verlos travestidos que en un rol masculino, como Raúl Sender, quien hizo de todo: desde Moyra, una hermana gemela de Mayra, hasta la mismísima Cleopatra, pasando por una limpiadora de gimnasio. Sin embargo, ahí sencillamente encarnaba papeles de mujer, sin connotaciones sobre orientación y/o identidad sexual.
Sin embargo, hubo otros personajes de Raúl Sender en los que la homosexualidad estaba mucho más presente en el programa. Por ejemplo, en una ocasión Raúl Sender hacía de un cocinero amanerado. «Por si no se ha dado cuenta soy Mari… Mariano Morcillón, alias la Marmita. (…) Cocinero no, más bien cocinera. Cocinere, ya me entiende. Yo soy la versión gay de Elena Santoja» decía el personaje, conocido por sus «huevos a la flamenca. Así conseguí el premio a la tortillera mayor del reino«.
El humorista Paco Arévalo siempre ha usado en su repertorio chistes sobre «mariquitas», y él mismo ha hecho personajes también de la cáscara amarga. Un ejemplo es su Calígula en el programa dedicado a dicho personaje, en la época de Jordi y Miriam. Y habla de cómo el emperador elige a «los más fuertes, a los más varolines» para su guardia.
Y en ese mismo programa de Calígula, precisamente, tuvo lugar el número musical más gayer de la historia de la televisión española: la canción de la citada guardia, con Manolo Royo, el propio Jordi Estadella y Arévalo. Hay frases muy terminators como «quién más pluma tiene triunfa más» o que Mesalina los quiso seducir pero ellos no se dejaron mancillar por una mujer. Y es que otra cosa no, pero en el número los tres artistas tienen más pluma que el camerino de Norma Duval. Todo un canto al mariconeo, con chascarrillos sobre retaguardia incluidos.
En estos números con pluma exaltada no se libraba nadie, ni siquiera los concursantes. En el sketche de Martes y Trece en el programa de Las mil y una noches Josema Yuste encarna a un enuco que se empeña en besar al concursante del mismo modo que lo había besado Millán, que encarnaba a una esposa musulmana. El pobre concursante no se quiere dejar besar, pero finalmente Josema se despide con un «si ella te deja, búscame en Bagdad…»
El de la guardia de Calígula no es el único número musical gayer del Un dos tres. Por ejemplo, puede destacarse la recreación del Time’s wrap de la película Rocky Horror Picture Show, una oda al travestismo y a la bisexualidad, y que curiosamente en España se hizo en el teatro con Mayra Gómez Kemp en el elenco. La canción se tradujo al español como «baila el rock and roll», y entre las cantantes vemos a María Abradelo, una artista que junto con su hermana Romy son unas pequeñas musas del Orgullo Gay en España, no solo por la de veces que han actuado en las fiestas, sino también porque han presentado muchas galas de Mister Gay, la última de ellas la pasada semana.
Con los años, Chicho se fue volviendo más y más descarado. Así, en la última etapa del Un dos tres la homosexualidad era patente y notoria y no solo por la cantidad de gays que cada semana acudían a plató a ver cómo se grababa, o por esas parejas de gay y mariliendre o de lesbianas que ganaron suculentos premios en la subasta.
Por ejemplo, en el programa dedicado a Dorian Gray, la actriz Ruth Arteaga acababa saliendo del armario como lesbiana en un sketche, en el que a continuación un grupo de policías también acababa asumiendo su homosexualidad. Pero la salida del armario por excelencia fue en el número dedicado a Drácula. Y es que ese vampiro con «clase y glamour» que exclama directamente «¡soy divina!» o «la vampira ya se las pira» despeja todas las dudas de posibles dobles lecturas.
Atención también a la vampira travesti muy rollo Divine.
Y como bonus track para este post, cerramos con la canción Universo Gay de Leticia Sabater, artista polifacética que despegó su carrera en el Un Dos Tres como figuración de Arévalo.
¡Feliz orgullo gay a todos los premiados!
No había caído yo en esto, pero es verdad. Y lo ¿bueno/malo? es que no se comentaba, ni para bien ni para mal, al menos no en los patios de colegios de los que éramos entonces niños…
Uhm… un poco de mal gusto los chistes sobre el sida para recalcar la homosexualidad de algunos personajes. Recuerdo que en el programa dedicado a «Carmen» de Bizet, según Raúl Sénder, tener sida era sinónimo de ser gay.
¿Os habéis fijado en el vídeo de Jordi y Miriam lo que hace la chica de detrás, la que coge la tarjeta?
Para mí esto no es ser gay friendly, es ser homofóbico. Pero eran otros tiempos.