Ana Obregón: «Ramón García y yo cantábamos muy mal, qué horror»

Fabiola Toledo, Teté Delgado, Elisa Matilla y Ana Obregón son cuatro actrices que ya no son unas niñas, y de hecho tienen sofocos y de los grandes. Este cuarteto forman el elenco de ‘Sofocos Plus’, una obra donde la madurez y la retirada de la regla sirve de hilo para diferentes sketeches y gags en los que hay bailes, monólogos, improvisaciones y de lo que haga falta. Una obra que se puede ver en el Teatro Alameda de Málaga hasta mañana domingo, y que más tarde partirá hacia Valladolid, Yecla y Madrid, donde estará diez semanas en el teatro La Latina.

En esta obra Ana Obregón hereda el papel que Lolita hiciese en las primeras versiones (es la cuarta entrega de ‘Sofocos’, que ya es «una saga, como la de James Bond»), y se trata de un personaje que originalmente era una monja y que ahora «tira hacia la prostitución», según describe su compañera Teté Delgado.

Sufridores en Casa ha podido hablar con la Obregón sobre menstruaciones y sofocos, sobre su faceta como actriz teatral y sobre sus incursiones dentro del mundo de la música, en una entrevista que resumimos en titulares.

«Miro en la IMDB qué películas he hecho, porque no me acuerdo»

«En teatro me pasan cosas muy raras: me he caído cuatro veces, me he enganchado una media a una maleta…»

«No quería estar haciendo ‘Ana y los siete’ y un anuncio de compresas, para no restar credibilidad»

«‘¿Qué apostamos?’ tendría el mismo éxito ahora que entonces».

«Me encanta cuando me imitan Los Morancos»

Entrevista a Ana Obregón

Qué consejo das a las mujeres que sientan sofocos.

¡Consejos no! Yo no sé dar consejos, solo les digo que vengan a ver la obra que se van a reír de todo lo que nos pasa.

‘Sofocos Plus’ ha sido tu primer papel en teatro y de momento la cosa va muy bien.

Maravilloso, nos llevamos fenomenal y nos permitimos licencias de improvisación entre nosotras.  Yo nunca había hecho teatro y digo ¿qué hacemos que están dos horas enteras riéndose y no se cansa? ¡Yo no podría estar dos horas riendo, pero ellos sí!

¿Te asustó el reto de subirte al escenario?

Asustada no, porque no me asusta nada que tenga que ver con el mundo artístico. Solo me daba responsabilidad; haciendo series o películas, o directos complicados, como las campanadas. Cuando di las campanadas con Joaquín Prat por primera vez me dijo ¿no estás acojonada, que están doce millones de personas viéndonos? Y le dije “pues no, cuanta más gente me mire, mejor”. El teatro es una responsabilidad, es la prueba de la verdad, te subes ahí y no te bajas, no hay “corten”, o el “vamos a hacer otra toma que lo has hecho mal”. Para mí es más fácil hacer cine o series, que tienes posibilidades de hacer mil tomas, repetir, aquí no, lo que hay es lo que hay. Y en ‘Sofocos Plus’ me ha pasado de todo: me he caído cuatro veces, una maleta se me enganchó en una media hace poco, me pasan cosas muy raras, pero nos reímos.

En cine acabas de hacer una nueva incursión.

Acabo de rodar una película ‘Santiago Apostol’ donde hago de reina de Hispania, muy mala. Como decimos en la obra, la madurez es la plenitud total, y en mi caso me vienen los papeles más interesantes, y tienes situaciones acumuladas en tu vida que luego permiten componer los personajes con mil millones de colores, cosa que no puedes hacer a los 20, porque ya madura has vivido, has reído y has llorado, y no tiene nada que ver.

La regla marca todo en la vida de la mujer. ¿Alguna vez te han propuesto anunciar compresas?

Creo que sí, hace quince años, pero siempre he sido reacia a hacer publicidad, me habréis visto muy pocas veces, porque creo que quita mucho del personaje que estés haciendo, y siempre he ido enganchando una serie con otra. Y no quería estar haciendo ‘Ana y los siete’ y un anuncio de compresas, para no restar credibilidad. Sé que la publicidad es una forma fácil de ganar dinero, pero resta credibilidad al personaje que estés interpretando.

¿Alguna vez has pensado adaptar ‘Ana y los siete’ al teatro’?

Me lo habían ofrecido ¿sabes? La serie se ha vendido a América Latina, donde se hace con el nombre ‘Mi corazón es tuyo’, y allí sí se está haciendo en teatro y con muchísimo éxito también.

Otro año más que en Navidad toca trabajar, pero ahora en teatro y no en televisión.

Sí, este año estaré con la obra. Son tantísimos años haciendo campanadas, telepasiones, presentando el programa de fin de año que hay que subir un peldaño, no te puedes quedar ahí.

¿Te animarías a concursar en ‘Tu cara me suena’?

No, porque tengo muy claro que canto muy mal, por mucho que se empeñen. En esta vida hay que ser consciente de tus limitaciones y yo sé que cantando tengo una limitación muy grande.

A pesar de eso fuiste banda sonora de la vuelta ciclista con un tema de tu disco con Ramón García.

¡Ay, es verdad, creo que sí! ¡Qué horror, no lo entiendo, no lo puedo entender! En serio, y mira que con el ‘¿Qué apostamos?’ cantábamos Ramón y yo, y los dos sinceramente lo hacíamos muy mal.

¿Funcionaría en televisión el regreso de ‘¿Qué apostamos?’?

Creo que sí, es un programa ya mítico, y ha crecido mucha gente viendo el programa y cómo me duchaba. Es un programa blanco, pero con muchísima creatividad, y creo que tendría el mismo éxito ahora que entonces.

A ti te han imitado muchos artistas, desde Martes y Trece a ‘Homozapping’. ¿Cuál es tu imitación favorita?

¡Me encanta cuando me imitan Los Morancos! Además los quiero mucho. Todo lo que sea reírme me gusta, si soy la primera que se ríe de sí misma, no me van a sorprender si se rían de mí.

¿Qué tal con Bertín Osborne, con quien acabas de grabar?

Fenomenal, me vais a ver en breve y os vais a sorprender todos, pero me vais ver hacer unas cosas increíbles. Pero no puedo contar más.

¿Hay algo de cierto sobre que tu hijo está en las quinielas para entrar en ‘Gran Hermano VIP’?

Mira, en ‘Gran Hermano’ me habrán llamado en el VIP, para la isla… Pero mi hijo no quiere estar ahí, se fue a estudiar fuera, no con el dinero de mamá, sino porque sacó unas notas increíbles y le aceptaron en una gran universidad. No está en contra de los medios, pero quiere ser él, no ser el hijo de nadie, y vivir su vida. Y lo respeto, lo admiro y me enorgullece.

¿Eres fan de Eurovisión?

Es como un clásico, como cuando veíamos ‘Todos a la cama’, yo lo he visto desde pequeña.

Incluso tu hermana Celia fue jurado un año.

Ah, puede que sí. Y yo también he hecho algo de Eurovisión, pero no recuerdo qué. ¿Sabes qué pasa? Hablando con Bertín me preguntaba cuántas películas has hecho, y le dije cuarenta y tantas, y me pidió nombres, y no me acordaba. Llega un momento en el que me puedo acordar de títulos bonitos, ‘La vida alegre’, o ‘Blasco Ibáñez’, pero he trabajado en España, Italia, en Estados Unidos… Creo que es normal cuando trabajas mucho y yendo y viniendo… En Italia hice tres películas, pero es que no me acuerdo de los nombres. Yo me meto en la IMDB y miro qué he hecho y qué año, y empiezo a ver. Cuando salió, que era solo en inglés, me metí en mi página y ponía “como actriz 51 títulos”, y yo dije “si no he hecho 51 películas”, y efectivamente comprobé que las he hecho.