La Asociación de Eurovisivos de España, AEV, celebró este puente su congreso número 24 en Torremolinos, y servidor fue uno de los invitados al sarao. Para los que no estéis familiarizados, en un congreso de AEV se habla de Eurovisión, se ven Festivales de años venideros y se vota cuál es, a gusto del consumidor, el país que debió ganar, pero también se hacen excursiones, o se asiste a fiestas y shows de artistas del Festival.
Por ejemplo, el domingo por la noche Anabel Conde fue la invitada del domingo, y cantó ‘Vuelve conmigo’, y covers de ‘Euphoria’ y ‘Quédate conmigo’ en el bar Edén Copas, donde la drag residente es Xenon Spain. De hecho, Xenon hizo humor eurovisivo, diciendo cosas como que Portugal siempre va a Eurovisión para hacer amigos y conocer gente porque ya saben de antemano que no van a ganar, y le dijo a Anabel que si quedó segunda es porque no se bebió un wiski antes de salir, que eso a otras le había dado suerte. Por cierto, Anabel Conde acaba de lanzar este mismo martes un single llamado ‘Ven y sálvame’.
El lunes fue propiamente el día del congreso, y yo tuve el placer de inaugurar la mañana hablando de ‘No me toques los 90’, y quiero dar gracias a todos los que os despertasteis para bajar dado que lo de Anabel Conde había acabado a las tantas –a mí mismo me costó despegarme las sábanas–. Entre otros temas, acabamos hablamos sobre si la ONCE presionó a TVE para que Zubiri fuese a Eurovisión, sobre si hay responsables más allá de Federico Llano (¡ya quisiera yo saberlo!), y sobre qué producto hay que mandar desde TVE para quedar bien en el Festival. Yo defendí que había que analizar bien a la competencia y a los años anteriores, y buscar una propuesta que sea diferente, y que en ese sentido no veía mal a Mägo de Oz, uno de los posibles representantes de España este año, que hacen una música que no se parece a la que tradicionalmente se envía al certamen.
Por la tarde, y tras hacer un peculiar Festival por autonomías a través de vídeos, y una sesión estrictamente relacionada con el funcionamiento de la asociación, por la tarde se recibió la visita de dos artistas relacionados con el Festival: Carmelo Martínez y José Zapata.
Carmelo Martínez fue uno de los vocalistas de ‘La Década Prodigiosa’ que defendió ‘La chica que yo quiero (Made in spain)’ en Eurovisión 1988, y explicó, entre otras cosas, que el día de la final y tras cinco jornadas ensayando, los monitores no les sonaban en el escenario, y que él tuvo que usar de referencia el violín de la orquesta para saber cuándo tenía que entrar, y que casi se cae desplomado de los nervios. De hecho, luego vimos el vídeo y es verdad que casi no le sale la voz del cuerpo, pero disimula estupendamente y ya se crece.
También recordó cómo la noche del Festival acabaron de juerga con la ganadora, Celine Dion (“que no es la misma Celine Dion de ahora, aquella Celine Dion”) y como les echaron a las tantas de la mañana de la disco donde estaban bebiendo champán (“que no era cava, aunque no sabía ni la mitad del nuestro”) remataron la fiesta en la habitación del hotel de Celine, incluso en su cama, todos hacinados como el camarote de los hermanos Marx. En el Festival a Carmelo le pasó de todo, y por ejemplo, el día de Eurovisión se olvidó la acreditación y no le dejaban pasar, por más que el mánager explicaba lo sucedido; y si finalmente le vimos en el escenario fue gracias a Joan Collins, que pasaba por allí rumbo a la sala VIP y le dijo “yo voy a ser su madrina, toma mi tarjeta VIP”.
‘Made in Spain’ se grabó en varios idiomas, como francés, italiano o japonés, y de hecho, en Japón La Década Prodigiosa llegó a situarse por encima de Michael Jackson y Madonna en la lista de ventas según los reportes que les llegaban a los componentes del grupo.
Ese año, 1988, las discográficas querían que a Eurovisión fuese Mecano, Olé Olé o La Década Prodigiosa, y “Mecano dijo que no, Olé Olé dijo que no, y nos tocó a nosotros”, un cometido que aceptaron “no a regañadientes, pero en esa época se decía que el Festival estaba desfasado, pasado de moda, y nadie se atrevía a decir que quería ir. Y nos eligieron una canción, que no habíamos compuesto nosotros”. Carmelo afirma que él incluso ha oído que le dijeron que “cantar en Eurovision es gafe, y gafa a los artistas. Incluso dijeron ‘La década’ se había deshecho porque fue a Eurovisión, aunque jamás se deshizo”.
Por su parte, José Zapata habló de su experiencia en ‘La Década’ y en otros grupos paralelos con los que ha participado en preselecciones, como ‘Hi Priority’ (preselección 2001), ‘Jaster’ (preselección 2005) y ‘La Década Prodigiosa’, con quien participó en ‘Misión Eurovisión’. A veces, la formación de estos grupos era la misma que la de ‘La Década’, pero siempre les decían que “el nombre había que cambiarlo, porque para presentarnos en Festivales no querían que fuésemos ‘La Década’ porque sonaba antiguo”.
De su experiencia en Eurocación 2001, Zapata indica que “antes de las votaciones ya sabíamos que iba a ganar David Civera”, pues el cantante era una apuesta personal de José Luis Uribarri, director de aquel sarao, aunque matiza que “Civera y yo somos superamigos, y de hecho cada vez que nos vemos me canta ‘A nadie como a ti’. Además, apuntó que “lo que sonó en Eurocación era la maqueta, no la versión final producida. Era un tema de Pablo Pinilla que tenía ahí guardado, no sé si para el grupo de su hija, Tess. Teníamos otros tema grabados, que era ‘La curiosidad mató al gato’, ‘Toda la noche’, que lo grabó ‘Fórmula abierta’, y una versión de ‘Atrapados en la red’. De ‘A nadie como a ti’ me gustó el estribillo, que me pareció muy pegadizo». ¿Os imagináis a las Tess cantando esto? ¡Habría sido una delicia!
Sobre ese oscurantismo que rodea a las preselecciones de Eurovisión y si los ganadores se saben de ante mano y que a algunos se les favorece con el tema del sonido, explica que en “2005, el año de las Son de Sol y las Supremas, hicieron una prueba de sonido chapó, supercontentos, y a la hora de la actuación del directo solo se oía al público, y el sonido muy arriba… Y antes de las votaciones ya se habían preparado tres micrófonos detrás, y así le dije a mis compañeros que yo me iba a tomarme una copa”, dando a entender que el pescado ya estaba más que vendido.
Durante la cena de la noche se hicieron la entrega de unos tradicionales bandas de miss con nombre de cantantes eurovisivos que premian a los asistentes, como el premio Mans Zemerlow al más guapetón, el premio Il Volo a parejas que busca trío -me descojoné con este premio-, y yo tuve la suerte de alzarme con el premio Lisa Angell, algo así como el que más cultura tiene, y que me hizo más ilusión que a Remedios Amaya un par de zapatos. Y en la fiesta posterior, Carmelo Martínez presentó un tema de su nuevo disco, ‘Escrito en el viento’, y después se marcó con Jose Zapata una versión de ‘Made in spain’.
Finalizo esta pequeña crónica dando las gracias a Juanma, Dani, Josemi y Jacques por invitarme a presentar el libro, y a todos los asistentes por acogerme tan bien, y hasta por comprarse ‘No me toques los 90’. ¡Y suerte para la nueva junta directiva de la asociación!