Este lunes vengo dispuesto a cambiar tu visión musical, querida lectora. Seguro que en más de una ocasion has ido a un karaoke o has cantado al SingStar un hit de ayer, de hoy y de siempre del que no te ha dado por analizar su letra, la cual consideras inocente y divertida. Hoy te enseñaré diez canciones de lo más SEC que no volverás a mirar de la misma manera. Sigue leyendo y descubrirás por qué.
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1. Canción: Morena Mía, de Miguel Bosé.
Parece que habla… del amor de Miguel Bosé hacia una morena.
Pero en realidad podría tratar de… una felación. El estribillo, de sobra conocido, reza «cuando tu boca, me toca, me pone y me provoca, me muerde y me destroza, toda siempre es poca y muévete bien, que nadie como tu me sabe hacer café». Si sustituimos café por francés, que además también rima, toda la canción cobra más sentido. ¿A que ahora entendemos de otro modo la estrofa de «Morena mía, si esto no es felicidad, que baje dios y lo vea y aunque no se lo crea, esto es gloria»?. Si no volvéis a tomar café de la misma manera tras leer este post, lo siento en el alma.
2. Canción: Sabor de amor, de Danza Invisible.
Parece que habla… de un chico loco por su novia.
Pero en realidad podría tratar de… un cunilingus. Ese sabor de amor con espuma de sal, que si la venus salida del mar, que si comerte sería un placer porque nada me gusta más que tú, que si tu olor me da hambre, que si del negro de un mejillón son tus ojos en su punto de sal (se ve que la muchacha lo tiene salado)… Vaya, que los labios de fresa que saben a amor y que tienen la pulpa de la fruta de la pasión no son los de la boca.
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3. Canción: El clavel, de Rocío Jurado.
Parece que habla… de una flor. En concreto, de un clavel.
Pero en realidad podría tratar de… un falo. A ver, ¿quién se cree que lo rojo que tenía Rocío a la orilla de su boca y que cuidó como una loca poniendo su vida en él era un clavel? Todo apunta a que más bién era una pichurra. Así, la frase de «al verte cariño mío se ha puesto tan encendido que está quemando mi piel» cobra otra dimensión. Sí, sé que la canción española, y el cuplé, y tantos otros géneros castizos tienen muchas dobles lecturas. E igual, en ese otro hit de la más grande, lo que no debías beber y había que dejarla correr igual no era agua. Quién sabe.
4 Canción: Toda, de Malú.
Parece que habla… de una chica que está enamoradita como una perra de su novio.
Pero en realidad podría tratar de… una sumisión sadomasoquista. Desde el principio, Malú deja claro que está dispuesta a hacer todo a la voluntad de su maromo, sin telas ni juicios ni ningún porqué. Porque liberada, es su rehén, y por ello, ella está encantada con recibirla toda, de arriba abajo, de frente y de repente, desesperadamente, toda. Ay, Malú, qué pillina. A ver si va a ser que cuando dices «te abriré las puertas del alma de par en par, dispuesta a hacer todo a tu voluntad, dispuesta a hacer todo lo que te de la gana» lo que vas a abrir en realidad van a ser las piernas. ¡Cochinota!
5 Canción: 53 53 456, de Raffaella Carrá.
Parece que habla… de una chica que intenta hablar con su novio por teléfono.
Pero en realidad podría tratar de… un dedo. Antes de que Bebe cantase eso de «en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos», la diva italiana ya nos contaba la historia de una mujer caliente que llama compulsivamente a su macho para que le de lo suyo y lo de su prima, porque «la soledad en esta noche es mala compañera». Pero como la Carrá es una mujer práctica, opta por masturbarse mientras el hombre se decide a responder. Al menos, eso se deduce de su estrofa «paso el tiempo y ya no puedo esperarte mas, nananananananana, mi dedo esta enrrojecido de tanto marcar, se mueve solo sobre mi cuerpo y marca sin parar…». De hecho, Raffaella se acaba el trabajo satisfactoriamente ella solita, casi mejor que el varón, y por ello, al final de la canción exclama una oda al onanismo con la frase «ya no vengas, que aquí ya no hay nada que hacer, nananananananana, sí que aprendí que hay muchas formas de poder vivir y el teléfono podría olvidarlo ya…». ¡Brava!
6 Canción: Clávame de Azúcar Moreno.
Parece que habla… de un príncipe y un puñal.
Pero en realidad podría tratar de… un falo. «Clávame, clávame tu puñal, clávame,clávame un poco más» cantaban Toñi y Encarna en su canción que en 2006 pudo ir a Eurovisión. Y, salvo que quisieran la eutanasia, posiblemente el puñal del que hablan no sea más que una manera elegante de llamar a la picha. Porque si no, no tiene sentido que después digan eso de «hazme sentir que contigo hay un solo destino, un amor ideal» y lo de «quiero mirarte a los ojos y ver como gozas conmigo al amar». Pues eso. Que las Salazar querían que le clavasen otra cosa y no un puñal.
7 Canción: Maquillaje de Mecano.
Parece que habla… pues de eso, de maquillaje.
Pero en realidad podría tratar de… cocaína. Una mujer frenéticamente le dice a su chico que no le mire, que no se ha puesto el maquillaje y que no ha dormido nada esa noche y que estar sin peinar. Luego, saca un espejo de cristal, y tras ponerse sombra aquí y allá, comienza a increparle que le mire ahora, que ya se ha puesto (el maquillaje) y le dice que le va a querer besar. Lo que tiene Ana es un subidón como una catedral ¿verdad?
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Canción Mayonesa de Chocolate Latino.
Parece que habla… de un amor en una pista de baile.
Pero en realidad podría tratar de… una masturbación. ¿Qué es lo que ella le bate como haciendo mayonesa? ¿A qué cabeza se le subió todo lo que había tomado? Pues eso.
Canción: Mi gato, de Rosario Flores.
Parece que habla… de un gato.
Pero en realidad podría tratar de… droguitas. Una noche en la que «algo especial va a suceder», y acto seguido, las luces le molestan porque sus pupilas brillan más, y le da una extraña fuerza que no le deja distinguir entre la diferencia entre el bien y el mal y que le empuja a correr el libertad. De hecho, al final de la canción, su cuerpo comienza a tiritar porque la noche terminó. Vaya, que tiene un colocón como un demonio que le provoca que cuando piensa en su gato, en su recuerdo el minino no dice miau sino uyuyu.
Canción: Toma mucha fruta, de Bom Bom Chip.
Parece que habla… de las bondades de comer fruta.
Pero en realidad podría tratar de… sexo libre. Este himno infantil es raro raro raro. ¿De verdad hablaban de frutas cuando decían ‘tómala y disfruta como te parezca, puedes exprimirla para hacerte zumo, puestes compartirla con más de uno’? Porque yo a todo le veo mucha carga fálica. ¿Seguro que no había ningún doble sentido en cuando decían ‘toma una banana, cada mañana, cuando está madura, es una locura’? No sé, no sé.
Pero que risas y que puta maravilla de post!!!
«El clavel» es seguramente la canción que más le he escuchao a mi madre mientras hacía «sus labores» y ya nunca podré escucharla más del mismo modo.
Solo puedo decir una cosa… MUERO, jajaja.
Grande grande este post! ¿De dónde ha salido la inspiración?
Dios que engañados hemos estado. En la línea de madurar de golpe. Shaggy siempre iba con Scooby a buscar fantasmas, por que el? por que siempre iba fumado y pensaba que scooby le hablaba, y si no, por que shaggy tenia tanto hambre, de los porros… hombre ya! Cuanta ingeniuidad, en todo lo que nos rodea.
Puede haber millones de palabras para definirlo, pero «pichurra» es sin duda la mejor de todo el diccionario!
Grandísimo post 😉
Maravilloso!
Genial, la de sabor de amor es la mejor de todas.
No es por joder el artículo, q me parece una joya, pero recuerdo q Rosario explicó en una entrevista q el gato era su «coño». Aunq teniendo en cuenta el historial de la familia..
jajaja mierda jamas lo hubiera visto de esa manera ah y no sabia lo de scooby pero tenia mis sospechas vaya si que eramos ingenuos