‘I hate New York’, el ‘París is burning’ del siglo XXI

Este lunes el Festival de Málaga ha mostrado el documental ‘I hate New York’ de Gustavo Sánchez, una película que está llamada desde el primer minuto a ser la ‘París is burning’ del siglo XXI. Aquí no veremos reflejada la cultura LGBT del Nueva York más actual, sino que nos sumerge en la vida de cuatro personas transexuales ligadas a la noche: la famosísima e hiperbólica Amanda Lepore, T De Long, Sophia Lamar y Chloe Dzubilo.

Un documental que cuenta la vida de personas que se han hecho a sí mismas, que tienen claro que hay que ser el protagonista de la película de tu propia vida, y que dan rienda al arte que llevan dentro a través de la música, el ocio nocturno, y también mediante el dibujo, como una forma de canalizar la rabia.

Producida por los hermanos Carlos y José Antonio Bayona, esta producción tiene un punto voyeur. Ellas se abren en canal y te cuentan sus vivencias, y tú casi observas de reojo sus labios, su mirada o sus pechos, pero sin perderte ni una sola palabra. Una te cuenta que comenzó a hormonarse a escondidas de su familia y fue obligada a dejar los estudios cuando le salió pecho, la otra que se mueve por el ambiente nocturno pero en realidad destila una gran misantropía. También está la que contrajo el VIH y dedicó su vida a prevenir que el sida causase ninguna víctima más, o la persona que construye de manera paulatina su identidad de género ante la cámara sin darte cuenta.

La cinta se ha rodado durante diez años (2007-2017), con una cámara de escasos 800 euros en mano, con la única intención de mostrar el underground neoyorquino después del 11-S, cuando el miedo se apoderó de la ciudad y el miedo hizo mella en los más débiles.

Un puzle de testimonios y vivencias de diversidad, activismo, tolerancia y transfeminismo que te remueve por dentro, hasta el punto de hacerte soltar la lagrimita en un momento dado. Pero no diré en qué momento, pues tal como hizo Billy Wilder en ‘Testigo de cargo’, se nos ha pedido que no hagamos spoilers para que los futuros espectadores también puedan emocionarse con esas cuatro historias, elegidas de entre unos 70 testimonios y cientos de horas de grabación.

En la rueda de prensa he tenido ocasión de preguntarle a Gustavo si considera que este documental era heredero de ‘París is burning’, y para mi sorpresa ha respondido que no lo vio antes de rodar, y que a medida que comentaba a amigos el proyecto le citaban dicha cinta como referencia. Sin embargo, él optó por no verla hasta hacer el montaje final, para «no contaminarme, porque para mí era muy necesario contar lo que yo quería contar, y mandar un misil a los estereotipos y prejuicios que yo percibía que había en la sociedad». Eso sí, declaró su pasión por John Cameron Mitchell, creador de ‘Hedwig and the hangry inch’, y admite que ‘Shortbus’ fue de las últimas películas que vio antes de darle al botón rec por primera vez.

¡Ah! Y los fans de Rupaul’s Drag Race, que sepan que durante el metraje podemos oír a la magnífica Sharon Needles y su hit ‘I Wish I Were Amanda Lepore’.Que eso siempre está bien.

El único pero: de momento no hay anunciada fecha de estreno, así que los que no estéis por Málaga aún tendréis que esperar un poco para ver este documental, llamado a ser de culto desde ya.