«Devuélveme el amanecer…y mi Eurovisión en condiciones» El Festival 2015 en la vida de un Sufridor en Casa

A estas alturas del partido estarás más pendiente de saber si hay pacto en el Ayuntamiento de tu ciudad que de los resultados de Eurovisión, pero en Sufridores somos fieles a nuestras tradiciones y no queríamos perder la oportunidad para compartir qué nos pareció el Festival de Eurovisión, habiéndolo vivido un año más en playback vivo.

He estado en 4 ocasiones viviendo el Festival en vivo y debo decir que ésta ha sido la más decepcionante de todas, y no me refiero al resultado de Edurne, porque estuve en Malmo viendo a Raquel del Rosario Mohedano pasearse descalza con más desgana que Paquirrín ante los exámenes de la ESO.

Qué bonitooo VIenaaaa...cuándo no llueeevee..." (Léase en tono Especial Martes y 13)
«Qué bonitooo VIenaaaa…cuándo no llueeevee…» (Léase en tono Especial Martes y 13)

Hay que decir que el tiempo tampoco acompañó ya que no dejó de llover en todo el sábado. La tradición de ver las calles del centro llena de gente con banderas, coreando sus canciones y favoritos se tornó en un «vamos a ponernos el chubasquero y a buscar donde resguardarnos». El Eurovision Village estaba como una firma de OT3 ese sábado a mediodía. A resaltar la presencia de un stand turístico de España del que te podías llevar 4839 folletos, como si en el mejor de los Fitur se tratara. Y una burbuja hinchable donde podías hacerte una foto con una réplica de Conchita, que se ha convertido en reina de Eurovisión, y de todo el país. Te la podías encontrar en cientos de souvernirs y como imagen publicitaria de varias marcas, incluido un banco.

Ojalá Massiel anunciando ING Direct
Ojalá Massiel anunciando ING Direct

Durante semanas previas al evento las entradas adicionales fueron saliendo a contagotas, y uno imaginaba que había un estricto control en pista. Nada más lejos que la Coruña de la realidad. Las entradas estaban organizadas por norte o sur y te ubicaban en el lado derecho o izquierdo del escenario. Eso aplicaba en pista aunque daba igual porque podías entrar y colocarte donde más te apeteciera, y parecía que había espacio suficiente para todo el mundo.

Nuestra Señora de Conchita en el altar
Nuestra Señora de Conchita en el altar

Sin embargo, cuando tocaba abrir «el puente» por el que pasaban los artistas, cuando traían el cilindro del que salía Conchita o los tambores del interval act, los de seguridad empujaban y creaban auténticos tapones de gente en los que era imposible estar.

Una de las cosas más chulas que tiene vivir Eurovisión en el arena es ver la reacción espontanea de la gente, porque es el verdadero termómetro de lo que gusta. Sin embargo este año, a las clásicas indicaciones de «encended el flash del teléfono», había muchas de «aplausos» o «silencio», que luego se transformarían en ese sonido enlatado horroroso y artificial que se apreciaba en televisión.

Durante el previo a la gala, el animador del público nos pidió encarecidamente que no abucheáramos a nadie porque era un concurso musical en el que teníamos que olvidar todas las diferencias. Como sabéis, ésto al final fue un año más el rosario de la aurora bautista. Otra tónica general de la noche, fue el personal de seguridad metiéndose entre las gradas y pidiendo que no ondearan banderas grandes que se colaban en los planos. Hubo algún momento violento llevándose a un chico que se negaba a dejar de ondear la suya. Igual tendrían que haber calculado mejor la ubicación de cámaras, escenario y grada…

Banderas gay Rusia
Uno de los momentos más bonitos de la noche fue ver a todo el mundo ondeando banderas gays mientras actuaba Rusia

Al igual que en el ensayo del sábado por la mañana, las actuaciones que más ovación se llevaron eran las favoritas: Suecia, Rusia y, sobre todo, Italia. El cierre de los chicos de Il Volo fue sublime y aportaba un «broche de oro» que diría cualquier presentadora de gala televisiva de los 90. Italia fue top 3, actuando últimos y siendo parte del Top5, por aquello de ir desmontando mitos victimistas. Muchos en mi timeline comentaban que no entendían como Italia podía estar entre los favoritos pero a tenor de la reacción del público que allí estaba presente, merecieron ganar. Yo ya me veía en Italia el año que viene con Raffaella Carrá como presentadora.

Bojana Serbia
Igual para el año que viene se podrían ahorrar el desfile…4 horas de gala…

Otros que merecen premio especial son Israel y Serbia por traer el ritmo a un festival en el que se echaban de menos más canciones de eurodivas domésticas que tienen muchos amigos gays, traen el ventilador, bailarines buenorros y estribillos dance. Golden Boy y Beauty Never Lies merecen ser un clásico de cualquier playlist del Yumbo, Chueca o Torremolinos, amiga. Bojana recoge el testigo de Hera Bjork y a los Sufridores en Casa nos encantaría recoger el testigo de cualquiera de los bailarines israelies. Bueno,  a un amigo de Mike (al que mantendremos en el economato) le gusta hasta el cantante.

Porque tú también quieres que los bailarines te enseñen Tel Aviv
Porque tú también quieres que los bailarines te enseñen Tel Aviv

La parte de la votación sí me recordó totalmente a la experiencia que vivimos el año pasado en Copenhague. La primera parte fue un continuo abuchear a Rusia, como en 2014, con llamada a la atención de las presentadoras y Conchita subiendo a la Green Room a apoyar a la cantante rusa. Personalmente, creo que Polina perdió la oportunidad de lanzar un mensaje de apoyo y unidad, tal y como hizo Mans cuando se le anunció ganador, rompiendo con el escándalo que saltó en Suecia ante sus declaraciones poco afortunadas sobre la homosexualidad.

Semáforo gay
Viena se volcó con la causa gay poniendo banderas en los tranvías, eurovision village y…¡hasta semáforos!

La segunda parte de las votaciones el arena se volvio 100% sueco. No sé si en televisión se escuchaba cuando todo el mundo celebraba que Mans tuviera más puntos que Rusia, y cuando llegaba el 12 todo el mundo gritaba «Sweden! Sweden!» Por un momento, los allí presentes nos preguntábamos… ¿Y si nos toca ir a Rusia y encender el Grindr allí?

Otro punto negativo es la ubicación de la Green Room, que televisivamente daba juego con la escalera, pero alejaba mucho a los artista de la gente. Si estabas en pista era muy dificil verles las caras salvo que estuvieran en primera fila.

Francia tuvo tanto éxito como Rosa Díez
Francia tuvo tanto éxito como Rosa Díez

Sobre la actuación de España, debo confesar que se me saltaron las lágrimas estando allí al ver la actuación de Edurne y la reacción del público. La madrileña fue muy ovacionada, de manera espontánea, en el cambio de vestido (¡hola 2002!) y se llevó a todo el mundo de calle durante la coreografía (¡hola Sia!) Que la canción era floja, muy floja, ya se sabía desde la primera escucha que nos dejó frío. Además, a diferencia de Dancing in the Rain, a la canción no se le hizo ningún tipo de mejora. Lo que hay que reconocer es el trabajo de la puesta en escena que supo convertir una canción muy pobre en una dramatización muy chula. Sigo diciendo que Edurne estuvo impresionante, y ese gallo que se oye al final en la versión de tele, yo no lo aprecié en vivo. Al césar Cadaval lo que es del césar.

Comentaba Tinet Rubira en Twitter que ahora que sabe cómo es Eurovisión por dentro, tiene un plan. Espero que tanto él como TVE hayan entendido que Eurovisión es un ensamblaje complejo de canción, artista con carisma, puesta en escena, promoción… y no vale escudarnos en la política cuando se vota. Y si no, mirad los excelentes resultados de Edurne y Pastora.

Mans Zelmerlow Ganador
Mans cruzando la pasarela, como Chenoa en OT, al anunciarse que era ganador

Al final se cumplieron las predicciones y el festival vuelve a Suecia, con los Ivonne reyes de la realización televisiva y el show eurovisivo, tal y como podemos comprobar viviendo o viviendo el Melodifestivalen. Así que tenemos casi un año para empezar otra vez con la rueda de rumores, Corales, Mirelas, canciones, preselecciones…que nos gusta un Eurodrama.


4 thoughts on “«Devuélveme el amanecer…y mi Eurovisión en condiciones» El Festival 2015 en la vida de un Sufridor en Casa

  1. Aquí va mi opinión como espectador.

    Me sorprendió que un canal como la ORF, que cada año nos deslumbra con el concierto de año nuevo y que tiene experiencia en este tipo de shows, se haya cascado una gala con una realización tan amateur. A nivel musical 2015 me parece una de las mejores ediciones que he visto. Mejor incluso que 2013, aunque ahí hubo más variedad. Pero todo eso se lo cargó la tele austriaca. En la actuación de Suecia se ve incluso el brazo del cámara, fue bochornoso. Y las votaciones, llenas de errores.

    Además hubo problemas de guión, algo que nunca noté en otras. Las galas fueron larguísimas, no es normal que la final durase ¡cuatro horas! Encima las tres presentadoras no tenían química y eran más sosas que el agua de fregar. Solo Conchita aportó el carisma necesario, con bromas y toneladas de personalidad (p.ej: me encantó cuando mandó callar a los eurofans que abucheaban a Polina). Debieron cederle el honor de presentar la gala, teníendo en cuenta que ella era la verdadera estrella.

    Otra cosa. Lo de «Sweden Sweden» durante la remontada claro que se oyó por la tele, y a mí no me gustó porque no creo que Polina tuviese la culpa de las barbaridades que hace un gobierno.

    Aun con todo, me lo pasé muy bien viendo esta gala por la tele, disfrutando con las canciones y de «sufridor en casa» cuando no le daban ni un solo punto a Edurne, porque creía que quedaría mejor. Cuando nos falló Albania me di cuenta de que no íbamos a sacar nada positivo.

    Gracias por el post.

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