Buenas Noches Señor Monstruo: ¿El Rocky Horror Picture show español?‏

Por Santi Kapowski*

Hace escasos meses se editó en DVD, no sin tardanza y gracias a 39 escalones, ‘Buenas noches señor monstruo’, buque insignia del cine español. Para celebrar su edición, nuestra amiga Mike Medianoche escribió una entrada en la que por fin, se ponían todas las cartas sobre la mesa y el subtexto de la película quedaba al descubierto: todos los monstruos eran mariquitas, todos. Pero la cosa no termina ahí; mientras esperamos que ‘Buenas Noches Señor Monstruo’ empiece a ser una proyección habitual en cada ciclo de cine LGBTI que se precie, aún queda mucha leña que cortar.

Porque no amigas, no es simplemente una película infantil de los 80 del grupo que rivalizaba con Parchis. No. Estamos, sin duda, ante cine de culto. Ante el ‘Rocky Horror Picture Show’ español. Y aquí traigo todas las pruebas que así lo demuestran.

1. Son películas musicales. Y tratan de personas perdidas, bajo la lluvia. Empapadas bajo una tormenta que buscan refugio en un castillo tenebroso. Una trama un poco extraña para un musical… ¿casualidad?

   

2. En ‘RHPS’ pinchan una rueda y se ven abocados a pedir ayuda. En ‘BNSM’ Jaime pincha un culo que bien parece una rueda y ello propicia que se pierdan y tengan que pedir ayuda.
3. En ambas películas la puerta la abre el mayordomo que es feo y tiene chepa. Riff Raff no deja de ser una versión más calva de Quasimodo.

   

4. Al llegar al castillo les reciben con una falsa e incómoda amabilidad que sólo esconde oscuras intenciones.

   

5. El jefe del cotarro es el Dr. Frank y es mala malísima. Además tiene un séquito de monstruos que obedecen todas sus órdenes, sólo su mirada les atemoriza.
6. La acción y los «ataques» transcurren de noche. Así como como la mayoría de los números musicales.

   

7. Ambas películas tienen una canción que se basa en la repetición del fonema «t». De «to-to-to-touch me» a «ata-ata-ata-ataúd«.
8. También, en las dos películas, los envían a dormir en habitaciones separadas. De esta forma están más indefensos ante cualquier ataque. Además, también, las habitaciones están equipadas con cámaras de vigilancia por donde los vigilan. Para así introducirse en sus habitaciones cuando menos se lo esperen.

   

9. Tanto Riff Raff como Quasimodo son unos tocapelotas y les gusta ir a molestar al monstruo de Frankenstein.
10. El final de ambas películas es igual de confuso. ¿Ha sido un sueño? ¿Son alienígenas? ¿Ha ocurrido realmente? ¿Es Piraña un simpático vampiro o una moderna con chupa de polipiel?

    

Tras esta exposición de los hechos, sentimos que Antonio Mercero o José Frade se puedan exponer a una denuncia por plagio. Pero las pruebas están ahí y no podemos seguir ocultándolas. Eso sí, yo tengo clara mi elección: por mucho que me guste Tim Curry, no hay nada como Manolo Luis Escobar. ¿Qué opináis sufridores?

*Santi Kapowski es licenciado en Hª del Arte. Diseñador gráfico y web. Futuro presidente del club de fans de Regaliz, tiene un disco firmado por Leticia Sabater y una colección de muñecos de Salvados por la campana.