Homenaje SEC a la Gran Vía Madrileña (II)

Por JoniPod

Hola amiga, sí, ya es lunes, y lo prometido es deuda. Te ofrecemos la segunda parte de la serie de La Duquesa nuestro Homenaje a la Gran Vía Madrileña, no sin antes agradecer las sugerencias de nuestros queridos lectores. Sus comentarios son siempre más prácticos que los consejos que la señoras que envían a la Revista Mía. ¿Estás listo para continuar nuestro paseo?

Los cines de Gran Vía

 

Donde ahora ves tiendas y teatros, antes había cines… Hubo un tiempo en que la gente no acudía a multicines en centro comerciales, y veía las películas en salas antiguas reconvertidas. Tenían pantallas más pequeñas, los acomodadores más que adolescentes eran «señores que» uniformados, y no había supercombos. Eso sin contar con que los asientos eran más incómodos que las bicicletas sin sillín. Especial mención al desaparecido «Cine Azul», donde ahora está el Fridays, por lo original de su propuesta. Programaban películas lgtbhjx…bueno, de temática homosexual. Es una pena es que acudiera tan poca gente, y la que lo hacía era en algunas ocasiones en busca de cruising.

Ahora sobreviven las salas de Callao, el Capitol, el Palacio de la Prensa… pero basta remontarnos 10 años atrás para recordar las hoy cerradas, que albergaban fabulosos preestrenos. Es aquí donde servidor confiesa que, recién llegado a la capital, se escapaba «al salir de clase» y acudía a la puerta del cine para ver famosillos o famosoides. Sí, porque cuando uno se viene en modo Paco Martínez Soria «on» se sorprende de lo grande de la Gran Vía (o lo poco que duran los semáforos) y de la cantidad de famosos con los que allí puedes cruzarte. Poco a poco los cines han ido cerrando, aunque todavia se hace algún preestreno de los de photocall y famosas de tercera para rellenar (¡un beso Jacqueline de la Vega y Andrés Caparrós!)  Pero no debíamos preocuparnos, porque el glamour tendría continuidad con…

Los Musicales

 

Sí, la Gran Vía no sería nada sin «elmusicaldemecanoquehaduradomilquinientosaños». Que levante su trolley el que no haya venido a pasar unos días a Madrid y, además de reservar en el hostal baratito de Fuencarral que mencionábamos el viernes, haya pillado entradas para ver «Hoy no me puedo levantar». Uno de los muchos musicales que han ayudado a convertir a nuestra homenajeada en un Broadway cañí.(Ahora perpretan «Cadena Dial. 40 Principales. El Musical» pero todos sabemos que ya no es lo mismo).

Una de las grandes protagonistas de todos estos años con sus shows musicales en la mítica calle es  Paloma San Basilio, con la misma edad que el Museo del Jamón, demostrando que es nuestra Barbra Streisand española…tantos años sobre el escenario sin perder la sonrisa, claro, el botox es lo que tiene… También Nina con su Condis Mamma Mia, La Bella Easo y la Bestia… No, Norma Duval no…

El Pasapoga

 

Ubicado en los bajos de otro de los desaparecidos cines de Gran Via, concretamente el Avenida, el Pasapoga siempre fue una sala “de bailar muy moderna” y de «variedades». Pero ya la generación postFranco y Naranjito recordará su última época como local de ambiente. Concretamente era el lugar favorito de los amantes del gimnasio y de inflarse a pastilla, al ritmo de música phone house y con más pastillas que Carmina en una rebotica. También era frecuente encontrarse por allí a Cristina Aguilera Rapado.

El Golden ¿Lady?

En el número 54  está esta sala de fiesta que descubrí gracias a la madre de una buena amiga. Cerca del que fue el primer McDonalds que se abrió en España en 1981, encontramos el Golden. Se caracteriza por ser el punto de encuentro de las «señoras que» están en la edad dorada, haciendo honor al nombre. Te invitamos a que te fijes en las tardes-noches del fin de semana, cuando salgas de pedirte el McFlurry, y verás una concentración de visones, leopardos,  «señores que» van arreglados esperando pillar cacho con alegres divorciadas. Si reparas en el portero, la gente y la decoración de la entrada puede que pienses que en verdad es un bingo encubierto. Es más, sabemos donde cenan antes de entrar a la discoteca, en…

La cafetería Nebraska y el Zahara

 

Recientemente han sido reformadas para darle un aire de «quiero ser un VIPS pero no puedo». Solo que dado que los VIPS están de capa caida en calidad, cantidad y servicio, no es muy dificil superarlo. Estas cafeterías tienen el «síndrome Rodilla», la media de edad era usuaria de Indasec y lo más vendido es el descafeinado.

La Nebraska que estaba junto al H&M, que antes era SEPU (¿nos sigues?) era, como apunta nuestra lectora Tamambar, el lugar en el que desayunaba Joaquín Luqui. Joaquín, uno de los padres del fenómeno fan reunía allí a admiradores, artistas…  Conozco de primera mano (y de una lectora que nos lee en el anonimato) cierta historia de que un grupo de chicas quedó con él, para intercambiar opiniones sobre un artista x, y Joaquín les pidió ayuda para una mudanza que tenía en su casa. ¡Solo los grandes cuentan con los fans y los integran en su vida cotidiana!

Aún hay más…

Nos dejamos muchos lugares más en el tintero, como los Recreativos de Gran Vía, donde, como dice FerSitu muchos hemos bailado sin vergüenza alguna en esas máquinas. Es más, servidor un día tropezó y tiene una marca en la pierna de por vida que me recordará mis tardes adolescentes de viernes, haciendo el ganso en modo «Mira Quién hace que Baila». O la Casa del Libro, como apunta Luis, residuo «cultural» de libros especializados, comics… como Madrid Rock, el lugar ideal para huir de los dependientes listillomodernos de la FNAC:

Dejaremos reposar al baño maría la historia, como hacían en Hormigas Blancas, e igual podremos hacer la tercera parte del Homenaje. Mientras tanto, para el que Madrid le pille lejos, le recomiendo este post de Maxi, donde leyéndolo vas a sentir que de verdad paseas por la Gran Vía 🙂