¿Dónde está Wally?, los libros favoritos de los niños que no leían

A inicio de los años 90 buscar gente era súper tendencia. Paco Lobatón buscaba a ciudadanos de a pie en Quién sabe dónde en Televisión Española, y poco después Antena 3 hacía lo propio con criminales en Se busca, con José Antonio Gavira. También nos preguntábamos en videojuegos y en programas de televisión eso de ¿dónde se esconde Carmen San Diego? Y todo el mundo en general buscaba a Wally, ese hombrecito con gafas y gorrito de lana que vestía jersey a rayas blancas y rojas y vaqueros azules.

Por cierto, que yo no lo sabía pero Wikipedia me lo ha chivado: según el país en el que se editen los libros, Wally cambia de nombre, como cuando Bienvenida Pérez dejó de llamarse María Antonia Pérez. Así, en su Inglaterra natal es Wally, pero en Estados Unidos es Waldo, y en Francia se llama Charlie, como el marido de Lydia Lozano.

¿Dónde están Tito y Piraña?
¿Dónde están Tito y Piraña?

En los dibujos de Wally hay más gente que en la boda de Lolita

Como todo el mundo sabe, los libros de ¿Dónde está Wally? eran los preferidos de los niños a los que no les gustaba leer, pues sencillamente consistían en dibujos y más dibujos de diferentes paisajes con más gente que en la boda de Lolita y en los que hay que buscar a Wally así como una serie de objetos que se detallaban al final de la publicación, tales como “una serpiente que roba un sombrero”, “una gárgola a la que le meten una escoba en un ojo” o “monjes adorando al Poderoso Volcán en Erupción”. Esto último puede sonar un poco fálico, pero no hay que asustarse. Nada más lejos que La Coruña.

En 1987, Martín Handford crea el primer libro, ¿Dónde está Wally?, donde se presenta al protagonista. Este tomo de Wally va acompañado de postales en los que hace una breve presentación del sitio que visita (una playa, una ciudad…) y además te invita a buscar objetos que el miope rayado se ha dejado por el camino, como una taza, una cámara de fotos o unas gafas de bucear.

El éxito del primer libro es inminente, y pronto salen más y más libros. En España, los que más tirón tuvieron fueron los cuatro primeros: ¿Dónde está Wally?, ¿Dónde está Wally ahora?, ¿Dónde está Wally? El viaje fantástico y ¿Dónde está Wally?, el genial libro de juegos, donde además de a Wally conocíamos a su perro Woof, a su novia (que podría ser su hermana) Wilma y a su enemigo Odlaw, que vestía diferente, cual helado de vainilla y chocolate.

Donde Está Wally Persnajes
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Pero volvamos a los noventa. La locura Wally se desató por doquier. El merchandising se multiplicó, y en España tuvimos barajas de cartas que recreaban estampitas de los libros, puzles, juegos de mesa y hasta coleccionables por fascículos, como fue el caso de Wally por el mundo. Si te comprabas una revista, te daban cromos de Wally. Si tu padre compraba el periódico, te dejaba en tu dormitorio el suplemento de Wally. Y si te despistabas, por Navidad, te regalaban el juego de mesa de Wally, en el que se pasan el espíritu de búsqueda de los libros por el arco del triunfo.

Donde Está Wally Los Malos Malisimos
Los Malos Malisimos

De todos los libros, debo decir que mi favorito era El viaje fantástico; fue el primero que pedí por un cumpleaños ya que incluía mi “país” favorito: Los malos malísimos, donde vivían vampiros, brujas, momias, hombres lobo y esqueletos. Y es que, realmente, Wally se metía a viajar a sitios muy sórdidos y extraños: que si la zona de las Guerreras del bosque (una especie de lesbianas verdes que luchaban contra caballeros oscuros), que si el país de las alfombras voladoras, que si la zona de los monjes peleones (con unos monjes invisibles que luchaban contra monjes visibles y calvos….). Por no hablar por cuando le daba por viajar en el tiempo y ver cómo se divertían en la antigua Roma o en el Egipto de las pirámides.

Sobre el año 93-4 comenzó a emitirse en Antena 3 la serie de televisión ¿Dónde está Wally?, donde el chiquito viajaba a los lugares que los fans ya conocíamos por los libros. De la serie cabe destacar la chirriante presencia de un locutor que aportaba menos que Quique a las tramas de Verano azul, y su pegadiza y larguísima canción de los créditos.

La serie se llegó a vender comercialmente en cintas VHS que recogían dos capítulos, al precio de 1.995 pesetas (unos 12 euros) la unidad. En casa aún conservamos un par de ellas que mi hermana me regaló por mi comunión y que encargó a través del Círculo de lectores. Luego también se editaron en DVD con la marca VellaVision, pero con doblaje latino, diferente al que se emitió en la pequeña pantalla.

Luego llegarían otros libros, como Wally en Hollywood, libros de pasatiempos y otros más que continuaron vendiéndose con éxito, pero sin la misma rise like a Phoenix, digo, sin la misma euforia. El último de ellos llegó a las librerías hace un par de años, ¿Dónde está Wally? En busca de las cosas perdidas. Eso sí, la colección de Primark que salió a la venta con la imagen de Wally causó furor, furor, na na na na na na y se vendió más ejemplares que del disco de María José Galera.

Los libros originales, a los años, también se reeditaron y para animar a los fans más clásicos se añadieron nuevos objetos que buscar, así como personajes adicionales, como los citados Wilma, Odlaw y Woof.

En pleno éxito de Wally a mediado de los noventa en España también surgieron muchas imitacionesy de lo más variadas. Aunque quizá, ese sea un tema que debamos dejar descansar para una futura entrega de Sufridores en Casa.


Redactor freelance. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Publicidad y Márketing.

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