10 motivos por los que debes adorar el primer ‘Un, dos, tres’ de Mayra

Esta noche, Mayra Gómez Kemp visita el programa ‘El Hormiguero’ para hablar de sus memorias, el libro que ha escrito bajo el título de ‘¡Y hasta aquí puedo leer!. Por ello, el programa de Pablo Motos revivirá el mítico ‘Un, dos, tres’, el programa en el que Mayra fue presentadora entre 1982 y 1988.

Era un 20 de agosto del año de Naranjito cuando Mayra se ponía al frente por primera vez del concurso que ideó Chicho Ibáñez Serrador, en una entrega que se puede ver fácilmente a día de hoy gracias a Youtube y que estaba dedicada a ‘Las mil y una noches’ (como el primer programa que presentó Luis Larrodera, por cierto) y que hoy te invitamos a que revisites por estos diez motivos.

1. Por el relevo de las azafatas. Como ya sucedió en la segunda temporada, la vieja hornada de azafatas o secretarias del programa daban paso a las nuevas entregándoles de manera simbólica y física las gafas características. Lo genial vino cuando una veterana le dice a una joven que su consejo: «Patricia, yo quiero darte mucha suerte y dos ideas que a mí me han venido muy bien. Una, que cada vez en el camerino te subas un poco más la falda, y otra, que mastiques un poco más de chicle cada vez que hables».

Mayra en el Un Dos Tres

2. Porque las azafatas aún no bailaban ni cantaban. Toda esta hornada de chicas eran monas pero aparentemente de dotes limitadas, por lo que aún Chicho no hacía grandes números musicales. En mitad de la temporada, Ibáñez Serrador hizo un lavado de imagen al programa y cambió a estas por nuevas chicas, entre las que estaba una debutante Lydia Bosch. Por si alguien no lo sabe, el verdadero apellido de Lydia es Bosquera, y Chicho la rebautizó como Bosch en honor a la marca de frigoríficos.

3. Porque antes de empezar sentencian de muerte a Ruperta. Chicho anuncia que el programa regresa pero que poco a poco habrá cambios, y que uno de ellos será la jubilación de la calabaza, que ya había adquirido popularidad en la etapa con Kiko Ledgard. Cuando cambió las azafatas, también lo hizo con la mascota, la bota Botilde, que tuvo su propio juego de mesa. Al final del concurso, de hecho, los concursantes se quedan con la calabaza, que contenía un juego, y cuando Mayra se la da a la secretaria Irene Foster para que se la lleve dice «Ruperta está un poco viejecita últimamente, y se queja mucho», invitando a que el público no se encariñase demasiado con ella.

4. Porque «puede que dentro de poco nos internacionalicemos». Nada más empezar el programa, Mayra presenta a dos azafatas súperpolíglotas. Así, afirma que Francois es belga y habla tres idiomas, y que Kim (Marias, no Manning, que llegaría después) es de origen sueco y habla cuatro. Al final se hizo alguna visita al extranjero, pero aquello no se internacionalizó como si de ‘Juegos sin fronteras’ se tratase.

5. Porque introdujo a Las Hurtado, las tacañonas. En anteriores temporadas, la parte negativa del programa, esa que se quejaba de que los concursantes ganaban mucho, estuvo interpretada por numerosos actores que van desde Valentín Tornos, Don Cicuta, a Pedro Sempson, quien luego doblaría al Señor Burns en ‘Los Simpson’, pasando por Juan Tamariz. Pero con la llegada de Mayra como presentadoraslas mujeres se hicieron con el programa, y además de presentar serían también quienes conformasen la parte negativa con los personajes de la Viuda de Poco (Paloma Hurtado), la Seño (Teresa Hurtado) y Mari Puri (Fernanda Hurtado).

6. Porque ‘La Seño’ (Teresa Hurtado) aún no hacía rimas con las respuestas incorrectas. Una de las cosas más recordadas de las Tacañonas era que cuando un concursante se equivocaba hacían sonar las bocinas y campanas y entonces La Seño decía un versito para corregir el error, rima que se inventaba Chicho en un plsiplás. Inicialmente esto no era así, y sencillamente La Seño corregía de una manera áspera y seca.

Mayra Martes y Trece
Mayras y Trece

7. Por Martes y Trece. El conjunto cómico, entonces trío, apareció en el primer programa haciendo de huríes hijas del Islam. Lo gracioso es que, como los más frikis del ‘Un, dos, tres’ sabrán, ese papel lo hizo anteriormente Mayra, y Millán y Fernando Conde rpeiten exactamente le mismo texto que hizo Mayra como actriz con Kiko. Además, antes de aparecer en la subasta, Millán hizo el papel de vecina de Tacañón del Todo, ficticio pueblo del que procedían Las Tacañonas.

8. Por la ropa de Mayra. Ese traje chaqueta marrón claro o beige oscuro (los pantones no son lo mío) con flores estampadas de en la falda, la espalda o la blusa hacen recordar cómo la moda ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Invito a la gente a que analice cada movimiento de Mayra buscando las flores del traje y se pregunten a sí mismos «¿pero por qué le hicieron el traje así?».

9. Por el particular ritmo del programa. El programa era lento y menos ágil de lo que luego acabaría siendo. Sobre todo, en la parte de la eliminatoria y en la que se elegía qué pareja iría a la subasta. Mientras que luego se optó por pruebas físicas sobre todo, con música de fanfarria muy rápida, aquí nos encontramos pruebas poco divertidas como hacer a las mujeres girar con una bandeja en la cabeza, y a los hombres bailar con un poquito de mala pipa como si fuesen Salomé en el baile de los 7 velos.

10. Porque Mayra fue la perfecta presentadora del programa.  Kiko Ledgard molaba, con su tono humorístico y desenfadado a la hoa de presentar, pero es que Mayra sentó cátedra a los profesionales del entretenimiento con en su labor de maestra de ceremonias del ‘Un, dos, tres’. Marcaba el ritmo perfecto, era cercana y elegante,

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Redactor freelance. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Publicidad y Márketing.

2 thoughts on “10 motivos por los que debes adorar el primer ‘Un, dos, tres’ de Mayra

  1. Hombre, pues un dia estuve buscando en internet el verdadero nombre de Lidia Bosch y no hubo manera, no es tan facil de encontrar.

    De todas formas, de este programa no me acuerdo de nada, era demasiado pequeño por lo que se ve.

    Martes y 13 eran 3 al principio, de eso si que me acuerdo aunque en general la gente no se acuerda.

  2. Creo que el apellido auténtico de Lydia Bosch es Boquera. Lo dijo en una entrevista, en el programa «Un domingo cualquiera» de Ramón García.

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