De teorías absurdas, samuráis con prisa y festivales olvidados

Por Rusty, desde el Tercio Norte Peninsular

En 1987, nuestra siempre musa Victoria López Muñoz de Arce Larraz (que no tiene apellidos, la niña, ni nada), A. K. A. Vicky Larraz, dio a conocer desde Venezuela y a todo el mundo latino su tema Bravo Samurái, con motivo de la decimoquinta edición del ya inexistente festival de la canción de la OTI.

Para quien no lo recuerde (cosa que supone la pérdida de varios minipuntos, claro), diré que el festival de la OTI era una especie de Eurovisión latino un poco más lento y menos divertido que la versión europea, en el que participaban hasta países que nadie sabría situar en un mapa. Eso sí, desde aquí reivindicamos su regreso, y dejamos claro que nos parece fatal que haya dejado de celebrarse hace ya 9 años.

El análisis de la letra de Bravo Samurái lo dejaremos para otro momento, aunque aceptamos ideas de alguien que haya entendido la canción, si es que alguien lo ha hecho. Lo que no podemos dejar de lado es el examen detallado de la actuación, y más concretamente, de la de los caracterizados bailarines. Eso sí, hasta que no veáis el vídeo, hasta aquí puedo leer… Muy atentos todos, y especialmente al final:

Viendo esto, no podemos evitar hacernos una pregunta, y elucubrar durante horas sobre las posibles causas de tan desconcertante hecho: ¿Por qué uno de los bailarines/samuráis se va corriendo casi sin acabar la canción?

1. Un simple apretón: Puede pasarle a cualquiera y más después de tanto saltito. Quizá sea la teoría más probable, pero no por ello va a ser la única.

2. Enajenación mental causada por la presión de la cinta de la cabeza. Cuentan que siguió corriendo hasta Philadelphia sin recordar su nombre ni el porqué de su vestuario.

3. El supuesto bailarín es en realidad un narcotraficante infiltrado que ha aprovechado el viaje para gestionar un par de pedidos. Huye de la Interpol.

4. No recuerda haber desenchufado la plancha: ¿A quién no le ha pasado alguna vez?

5. Nadie contrató a este chico, pero su grado de fanatismo por Vicky le ha hecho colarse en el escenario al empezar la canción, por lo que se va para evitar represalias.

6. Terminar las actuaciones corriendo es una cosa «muy 1987», igual que es muy 1993 (y muy Baccara) terminar las canciones en fade out, el terror de cualquier playback.

7. Cree que él es el famoso y que tiene que salir corriendo antes de que hordas de fans le persigan por los camerinos.

8. Miedo escénico: Le encanta bailar, pero los aplausos le hacen sudar y le provocan desagradables convulsiones que harían perder puntos a la representación española.

9. Uno de los bailarines de Vicky se ha sentido indispuesto antes de la actuación, y él, corista del representante de las Antillas Neerlandesas, se ha ofrecido a sustituirlo, pero tiene que ir corriendo a cambiarse para la actuación de su país.

10. Es un moderno profeta, conoce el futuro éxito de la red y de Sufridores en Casa, y quiere ser protagonista por un día, definitivamente.

Se aceptan todo tipo de teorías absurdas, pues a los Sufridores en Casa nos reconcome la curiosidad. ¿Qué opináis vosotros, bravos samuráis?


6 thoughts on “De teorías absurdas, samuráis con prisa y festivales olvidados

  1. Pues señores, aunque me he reido mucho con sus fantasticas elucubraciones. La verdad es que en los ultimos 10 minutos antes de salir al escenario, el coreografo decidio que en vez de cuando acabara la actuación, los bailarines se fueran, que se quedaran estaticos en la ultima posición. Mario, mi hermano por cierto y gran bailarin profesional, estaba en su camerino y no oyó la ultima instrucción, con lo cual en la actuación hizo lo pautado hasta entonces. Asi se resuelve de una forma mucho menos divertida, «El Misterio del Samurai Bailarin»…cosas del directo…

    1. Vicky, después de tantos años lo leo y entiendo, yyo te digo.. Has sido lo más maravilloso de esa década, con tus bailes y tu belleza sin igual. Siempre en mis pensamientos !!

  2. A mí lo que me de verdad me intriga es dónde tenían metidos a los del coro, ¿quizá dentro de esa jaula rústica gigante del escenario?

  3. la respuesta es facil: es muy belfo, y menos agraciado que el otro, si bien baila mejor. es feo para el primer plano, pero baila con un nivel aeróbico que a ver quien lo aguanta

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