Y la FNAC de Callao ensalzó los 90

El pasado lunes, como ya anuncié, se presentaba en la FNAC de Callao de Madrid ‘No me toques los 90’, libro escrito por servidor y para el que tuve la suerte de contar como presentadores con Joaquín Hurtado de Radiolé y ‘Qué tiempo tan feliz’, con Dioni Martín, de Camela, y Romy Abradelo, actriz, cantante, presentadora y chica del barro ocasional.

La fecha era nada más que regular: ese día, 9 de noviembre, es festivo en Madrid capital (la Almudena) y la mayoría de los amigos y conocidos se encontraban o en el pueblo viendo a la familia o en una ciudad a una buena cantidad de horas visitando a los amigos; y en el mejor de los casos, en un atasco en los accesos a Madrid, que al parecer se lió parda. Además, yo estaba un poco de nerviosa –como decía Millán Salcedo– por el respeto que me causaba la FNAC, y porque dado que no vivo en Madrid los presentadores y yo no nos habíamos podido ni tomar un café para hablar tranquilamente de cómo desarrollar la presentación, y todo se había desarrollado por mensajes y correos electrónicos. Pero oye, todo salió a pedir de Milhouse.

En la presentación hablamos de mi libro, como Umbral, pero también de ‘El Gran Juego de la Oca’ y ‘Uno para todas’, de cómo faltan programas como aquellos en la televisión de hoy, de Camela y de cómo vendieron más que Spice Girls, y al final Dioni acabó cantando el ‘Déjame intentar’ de la sintonía de ‘La Dama de Rosa’. Joaquín Hurtado, el maestro de ceremonias con sus tarjetones a lo Isabel Gemio, intentaba poner un poco de orden mientras Romy sacaba del bolso una lata de paté en homenaje a Ricky Martin en ‘Sorpresa, sorpresa’ justo después de recordar la época en la que fue corista de Jesús Vázquez en la época del ‘Y yo te besé’ a través de una postal de la SuperPop.

Mis temores de que en el fórum de la FNAC hubiese menos públicos que en una representación de ‘Fronze’ se fue pronto, y no solo se llenaron todos los asientos sino que hay gente que tuvo que quedarse de pie. Gracias a todos los amigos y compañeros de medios que acudieron, a toda la gente a la que ya conocía de hace años y a los que he conocido a través de las redes sociales, y también gracias a todos los protagonistas de los noventa que por allí pasaron. Y es que hubo representantes de ‘Farmacia de Guardia’ y de ‘La noche de los castillos’, de ‘Sonría por favor’ -aquel ‘No te rías que es peor’ de Telecinco- y de ‘La Guardería’ de Teresa Rabal, protagonistas de anuncios del VIPS en los 90 y aún más.

Una vez acabada la presentación, mientras la gente se cogía una botellita de golosina de recuerdo con su dibujito de Cobi y Curro, me puse a firmar libros (y también firmaron cositas algunos de los artistas que allí había; por ejemplo, Romy acabó firmándole a un antiguo sufridor la parte de su entrevista en el libro). Lo más fuerte es que aquello también parecía mi cumpleaños, y los colegas me trajeron regalos dispares que van desde una auténtica bolsa de Galerías Preciados al disco en vinilo de ‘¡Ay qué calor!’ (próximamente haré una reseña por aquí), pasando por este playmóbil que responde al nombre de Jardiel y que es un acomodador de teatro.

Y así, entre playmóbiles, vinilos, libros y Camela sonando de fondo cómo acabó esta aventura de presentar ‘No me toques los 90’, que a priori no se presentará en ningún sarao más. Salvo que se venda más que las fajas vulkan y al final se haga una reedición que incluya una karaokao, una cinta de Camela y una lata de Cherry Coke. En tal caso sí que se presenta en Madrid de nuevo, claro.

PD: Gracias una vez más a Joaquín, Romy y Dioni por arroparme, a FNAC por dejarnos hacer la presentación -¡qué maja Judith, la chica que estuvo pendiente de todo lo que nos hacía falta!-, y a todos los que asistieron, y a los que querían hacerlo pero no pudieron. Y a Roca Editorial por hacer todo esto posible, con Carol y Andrea como cabezas visibles para mí, pero con un gran equipo al que aún no he tenido el gusto de conocer detrás. ¡Que no nos toquen los 90!