10 motivos por los que debes adorar la película ‘El Gran Marciano’

Esta noche regresa Gran Hermano a la televisión, para alegría de muchos espectadores, entre los que nos encontramos. Buenos, siendo honestos, yo sí me alegro, pero mi compañero y amigo Jon no porque como vive en Reino Unido no puede verlo ya que Mi tele tiene capada la emisión fuera de España (sí, es un tirito hacia Mediaset. ¿Por qué no me hacéis el favor de cambiar esa restricción para que Jon pueda ver Sálvame, la Campos, la Milá y demás?).

Por ello, hoy queremos reivindicar esa obra incomprendida del cine patrio que es El Gran Marciano. Para quien no lo recuerde, se trata de un largometraje unido al universo de Gran Hermano y que se rodó en septiembre de 2000. En ella, vemos cómo los concursantes del programa son grabados con cámara oculta ante fenómenos supuestamente del espacio exterior mientras están de visita en un hotel en Extremadura. En concreto, durante una cena, parece que pasa por encima de ellos un ovni, y al día siguiente encuentran una nave con un astronauta inglés dentro, que está acompañado de una especie de vida extraterrestre.

Al principio, solo cuatro (Silvia, Israel, Iván e Ismael) saben que es una broma y hacen de gancho, aunque poco a poco algunos van descubriendo el pastel y sumándose a eso de engañar a los demás y echar luego unas risas.

1.Por la introducción. Ya nada más empezar se paroda a Star Wars, con el texto flotante hablando de todo lo que verá el espectador y se explica que todo es falso, lo de los ganchos y demás. Y una voz, supuestamente cómica remata diciendo «hay que ver lo mal que se leen estas letras».

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Señores que no saben quién es Anthony Queen

2. Por la autoestopista pirada. Por un lado, en la película vemos a Israel, Ismael, Silvia, Iván, Ania, Mabel, Koldo, Mónica, María José Galera, Jorge Berrocal, Marina, Vanesa y Nacho que van por su lado al hotel en un bus. Por otro, está Íñigo, el del polo verde, que acude en un coche. En su particular periplo, el chófer del auto, también gancho, recoge a una autoestopista pirada que habla de una predicción sobrenatural. Memorable es cuando el chico dice que él ha visto en la tele una persona que adivina las cosas igual que esta chica, «Anthony Queen». Luego recula y cae que no, que de quien quiere hablar es de Anthony Blake.

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Señoras que muestran cómo graban discos

3. Por la carrera discográfica de María José Galera. Cuando se rodó la película, María José creía que iba a hacer giras por Soria que le harían forrarse en su faceta de cantante. Por ello, en más de una ocasión habla del disco que estaba grabando. Al principio de la película enseña a cámara (porque iban todo el rato acompañados de un cámara a modo de documental) fotografías de ella en el estudio y contando anécdotas. «Esta era una canción en medio tiempo que no permitía un giro…» Toda una triunfita la MariJose. Más adelante, cuando la cosa se empieza a complicar, María José se indigna como una 15-M afirmando qque está en un hotel de mierda y que si para ello había interrumpido la grabación de su disco, como si de Barbra Streisand se tratase.

4. Porque Vanesa se creía muy lista. Después del «primer encuentro» con el ovni, Vanesa, la que le hizo el corte de mangas a Silvia diciéndole aquello de «jódete», dice que todo es una cámara indiscreta y parece estar a punto de descubrir el pastel. La actriz Marta Belenguer (conocida por su papel de la pánfila Alba en Aquí no hay quien viva), que hace de la directora del hotel, sabe sacar las castañas del fuego diciendo que si es una broma que a ella se lo deberían decir como responsable del centro, pero que a ella nadie le ha dicho nada. Entonces Vanesa recula y afirma que «ha sido un ovni, os lo juro».  ¡Ay, ilusa!

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Ania y su falso churri

5. Por el Goya de Ania. Durante la cena en el hotel, la alcaldesa del pueblo donde estaban los chicos lleva a cenar a su amante y a su marido, y a modo de teatrillo finge que el amante es el novio de Ania para que no la pillen, aunque todo forma parte del guión. Los grandes hermanos flipan pepinillos con lo putancana que resulta ser la edil, y Ania contaba flipada lo buena actriz que ella misma es por haber sabido improvisar que ese señor que acababa de conocer es su novio. «Quiero un Óscar. El Goya es para Ania Iglesias»,

6. Por el inglés de Israel. Para hablar con el marciano, Israel se hace casi portavoz del grupo y le pregunta en inglés lo que se le va ocurriendo. Si hay que quedarse con una frase, esa es sin duda cuando le interroga si está solo en la nave diciéndole «are you only in the navy?». ¡Bravo, Israel! ¡Queremos que tengas un programa de televisión en el que enseñes la lengua de Shakespeare a Mario Vaquerizo!

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Mónica sufriendo como Geno

7.  Por el ataque de ansiedad de Mónica. Cuando descubren la nave abandonada y con el supuesto astronauta medio muerto dentro, Mónica, quien entró en una primera hornada de concursantes sustitutos, sufrió una pajarraca que se le iba a salir el alma por la boca. Da más pena que la muerte de Chanquete, la pobre, sufriendo como Geno. Tal mal rato se lleva que Iván tiene que decirle que se relaje, que todo es una broma, descubriendo así el pastel también a Ania y Marina, que estaban allí. Por cierto, es precioso que Ania intente recuperar al señor medio muerto dándole un poquito de agua. ¡Tan linda!

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Señoras que hablan con un alien

8. Porque Koldo revisó sus valores. ¿Recordáis que Koldo iba de súper intelectual en el programa, y usaba adjetivos que Ania o Mabel nunca habían oído, como cuando decía «esto es kafkiano»? Pues le pasó tres cuartos de lo mismo que a Vanessa, comenzó muy incrédulo y al final acabó tragándose la broma entero. De hecho, fue de los que se lo creyeron hasta el final.

9. Porque El Gran Marciano fue el precursos de Sálvame. Por la propia naturaleza de cámara oculta y de improvisación, lo cierto es que los protagonistas se pisan las frases unos a otros, y tienes que pegar la oreja para enterarte muchas veces de quién está diciendo algo. En el making off te enseñan que montar una broma de tal envergadura fue un trabajo de chinos, pero lo cierto es que la calidad fue más que decepcionante.

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Si fuma, chupa

10. Por Jorge Berrocal. Jorge es la estrella absoluta de la película, pues a la más mínima tiene las venas del cuello más gordas que un cantaor de flamenco. Memorable es su encuentro con los militares al principio del filme, cuando piden la cinta del cámara y él como exsoldado se indigna porque sabe que esas cosas no se hacen así. Pero si hay unas escenas en las que Jorge brilla como como una sueca en Eurovisión es cuando encuentran la nave y comienza a gritarles a todos que se vayan. «¡Está contaminado! ¿Qué hacéis?» gritaba súper exaltado. De hecho, llega incluso a gritarle a su María José de sus amores y le dice «te voy a escabezar. ¿No comprendes que no es un vehículo normal? ¡Dios, debería dar hostias a puntapala!». En la edición en DVD, el menú reproduce en bucle un grito de Jorge también muy mítico. «¡Es una misión de alto riesgo!». Maravilla.

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Parece el anuncio de Alaska y Mario de Burger King, pero no

 


Redactor freelance. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Publicidad y Márketing.

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