Sherlock Holmes es el único y genial (hasta en Playmóbil)

Sherlock Holmes es uno de esos personajes de ficción con orígenes literarios que te han acompañado desde pequeño gracias a la cultura popular. Igual que sabemos que ‘El Quijote’ empieza con «En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme» antes siquiera de que en el colegio te obliguen a leerlo, del personaje de Conan Doyle conocemos frases como su «elemental, querido Watson».

Para muchos, el primer acercamiento a Sherlock Holmes fue a través de la serie de dibujos de de origen japonés en la que todos los personajes eran animales, esa cuya sintonía decía «Sherlock Holmes, es el único y genial, Sherlock Holmes como el no hay otro igual» y que estaba interpretada por el grupo Nins. Allí, prácticamente todo el universo de este detective eran perros, con alguna excepción, y según chiva Wikipedia en Reino Unido se emitió bajo el nombre de ‘Sherlock Hound’ (hound es sabueso, para los que no se perdieron el capítulo de Muzzy). Aquella serie, emitida originalmente a mediados de los ochenta, tuvo un éxito grande (tampoco se podía hacer zapping, claro) y las tiendas se llenaron de merchandising como muñecos, juegos de mesa o barajas de cartas. Esa época en la que veíamos anime nipón sin saberlo, pensando que eran dibujitos animados de los de siempre.

Con aquella serie te hacías la idea de que Sherlock era un auténtico supermán, además de un caballero de tomo y lomo. Ya en la adolescencia, cuando te pillas algún libro de novela juvenil de las historias reales escritas por Conan Doyle flipas al descubrir que al auténtico Holmes le gustaba irse a fumaderos de opio a ponerse como las Grecas, y que era una mijita misógino, por no decir que obsesionado con su colega Watson. Y que prácticamente estaba como un cencerro, y que poco o nada tenía que ver con el de los dibujos animados, con aventuras más desnatadas que los yogures que había que comer para tener un cuerpo Danone. En mi caso, el primer relato que leí fue ‘Estudio en Escarlata’, donde se presentaba el personaje de Irene Adler, la única mujer capaz de chulearle un poco.

Y es que había que separar bien el grano de la paja, de los Holmes de Conan Doyle de otros investigadores que se inspiraban en él, o que vivían muy cerquita, como ‘Basil, el ratón superdetective’ de Disney, que a modo de guiño habita en la misma casa que Sherlock, en el 221B de Baker Street. Una producción ochentera de la casa del tío Walt que tuvo un impacto limitado como otras películas Disney de la época, como ‘Tarón y el caldero mágico’ o ‘Tod y Toby’.

Walt Disney presenta 'Rata de dos patas: la película'
Walt Disney presenta ‘Rata de dos patas: la película’

Si hago hincapié en la dirección es porque en mis años mozos también tuve un libro-juego a lo Elige tu propia aventura venido a más, en el que tu personaje era el compañero de un detective que vivía en el 221A de Baker Street, y que era el vecino de Holmes que no tenía ni su fama ni su talento. De hecho, investigabas un caso porque Holmes estaba muy ocupado y el cliente recurría a ti como plan b. Se llamaba ‘Pasos en la niebla’ y a lo largo de la trama podían dispararte dardos envenenados, y al tercero te morías, y tenías que reunir pruebas para detener al malvado lord Flaxby. Además, a lo largo del juego podías encontrar objetos que te ayudasen, como un mapa o una libreta con notas. Todo muy interactivo.

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El Chollo patrocina Pasos en la niebla

En segundo de bachillerato me hicieron leer en inglés ‘La última aventura de Sherlock Holmes’, escrito por Michael Dibdin y donde Sherlock se enfrentaba a Jack El Destripador y sospechaba que tras el asesino de prostitutas de White Chappel se escondía su enemigo Moriarty. Recuerdo que el día que nos examinaron llegó una compañera un poco vaga que no se lo había leído, y nos pidió que le contásemos de qué iba para no dejar el folio en blanco, y cuando le empezamos a contar cómo se ponía Holmes de coca pensaba que nos estábamos quedando con ella para que suspendiese. La verdad es que el cuentecito fue una bazofia, con un final (¡spoiler!) en el que Jack el Destripador era un desdoblamiento de personalidad de Holmes, pues Moriarty ya había muerto y necesitaba un enemigo de categoría al que enfrentarse.

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Elemental, mi querido Playmobil

Cada cierto tiempo, el colega de Watson vuelve a estar en la palestra ya sea por el cine (¿alguien ha visto el horror del ‘Sherlock Holmes. Madrid Days‘ de Garci?) o por la televisión (¡incluso con dos series a la vez sobre el personaje!). Y también por reediciones o reinvenciones de sus libros. Uno de los últimos que salió a la venta es la versión de ‘El perro de los Baskervilleilustrado de Playmóbil. Editado por SM, es una adaptación de Richard Unglik, que se toma algunas licencias respecto al original para hacerlo más apto para todos los públicos. Pero lo realmente interesante son las fotografías del interior, con decorados de Playmóbil «customizados» por amantes de estos muñecos, tal como se indica en los agradecimientos.

Es una pasada ver a Sherlock y Watson en versión muñecos, con los decorados con un rollo decimonónico, por no hablar de cómo han decorado la mansión con retratos de los ancestros de los Báskerville o el páramo, todo con más detalles que un traje de Paco Clavel. Además, como está enfocado a lectores principiantes, tiene un lado divertido para jugar leyendo, con páginas desplegables, recreaciones de las cartas que se envían los protagonistas y de los anónimos que se reciben, o las páginas del Daily Mail que lee el doctor Mortimer a Watson y Holmes para hacerles cargo de la investigación de la muerte de sir Charles Baskerville. Curiosamente, junto a la muerte del lord aparece una noticia sobre los asesinatos de Jack el Destripador, el cual, según algunas teorías de los ‘ripperólogos’ fue en realidad el propio Conan Doyle. Para rizar un poco el rizo.

¿Cuál fue vuestro primer encuentro con el personaje de Holmes?

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Redactor freelance. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Publicidad y Márketing.

2 thoughts on “Sherlock Holmes es el único y genial (hasta en Playmóbil)

  1. Hola, que bueno el libro ese de Pasos en la Niebla ando buscandolo para leerlo de nuevo. Me trae gratos recuerdos, si sabes de algún sitio, gracias, por cierto muy interesante la entrada.

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